Por Nacho Palou — 10 de febrero de 2015
Run-Bell resuelve el problema de cómo avisar cortésmente a los peatones de la presencia de un runner. No es mala idea porque hay runners que por el tamaño que tienen y por la velocidad que llevan —y también por el jadeo y por el olor— están más próximos genéticamente a las locomotoras de vapor que a las personas humanas.