Por @Alvy — 5 de diciembre de 2024

Nuevo dispositivo revolucionario: The Tube Computer llega al mercado

Una visita al mítico museo de Bletchley Park inspiró a Mike y Judy, unos aficionados a la tecnología retro, a embarcarse en este proyecto personal cuando se jubilaron: The Tube Computer, que podríamos traducir por «El ordenador de válvulas de vacío», que suena un poco mejor aunque menos retrofuturista que «el ordenador de válvulas termoiónicas».

Se trata de un ordenador viejuno pero con espíritu moderno, de 8 bits, en el que no hay transistores: todo son válvulas de vacío recicladas, también llamadas simplemente «tubos», que han sobrevivido desde los años 50. Además de eso tiene también diodos de germanio y tropecientos metros de cables y conexiones. El principal problema es la cantidad de componentes: hay en total más de 1.700 válvulas y diodos, lo cual le confieren algunas particularidades.

Una de ellas es que necesita un tiempo de estabilización térmica de 10 minutos, es decir, un precalentamiento. Como para que luego nos quejemos de que Windows tarda mucho en arrancar. Aparte de eso, el calor que emite cuando funciona es capaz de calentar la habitación. Y, puestos a sensaciones, también desprende un particular olor que resulta característico. No en vano hay 280 amperios circulando por sus tripas.

Aquí se puede ver en funcionamiento:

Mi detalle favorito es que está fabricado únicamente con puertas lógicas NOR, que como es sabido pueden combinarse para formar todas las demás que se necesitan: AND, OR y NOT, principalmente. Usar un solo tipo de puerta lógica simplifica el diseño y aunque hace que sea más laborioso programar la ALU (unidad aritmético lógica) y otras, tiene sus ventajas. Tiene 50 registros de memoria y un lenguaje máquina de solo 15 instrucciones.

A pesar de su tamaño sus creadores han podido usarlo para calcular secuencias de Fibonacci de 64 bits y un pequeño simulador de vuelo de un dirigible. Hay que echarle un poco de imaginación y convertir coordenadas y leer los números con tranquilidad porque funciona como funciona: tiene un panel de coordenadas y básicamente se pueden ver las operaciones «en vivo y en directo», además de en un gigantesco display opcional. Aunque las válvulas de vacío tienen la capacidad teórica de conmutar hasta varios cientos de millones de veces por segundo en la práctica resultaría imposible y se estropearían más de lo deseable, de modo que el Tube Computer funciona muchísimos órdenes de magnitud por debajo.

En su diseño y fabricación la pareja de creadores hay dedicado ya más de tres años, una admirable labor hackeril. ¡Larga vida a la retroinformática!

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Por @Alvy — 19 de septiembre de 2024

Aunque soldar componentes y chips es algo que solo hacen los más aficionados al hardware y la electrónica es algo que en realidad está al alcance de todo el mundo. Con algunos conocimientos, paciencia y algo de destreza manual es barato y fácil soldar (no tanto desoldar) y poder montar algún chisme electrónico. No es tan fácil, sin embargo, ver cómo es el proceso y la técnica de cerca, y menos aun apreciar los detalles en sistemas de soldadura más modernos, como las de muchos chips miniaturizados.

En este vídeo de Robert Feranec se pueden ver varios tipos de soldadoras, incluyendo las denominadas BGA, TSSOP, QFN, y también la tradicional soldadura manual. La soldadura de BGA (Ball Grid Array) es especialmente interesante porque se trata de chips donde los contactos son diminutas esferas que hay en la parte inferior, donde hacen el contacto con la placa. Al calentarlo, las esferas se derriten, completando las conexiones.

Con una buena lupa de aumento, y también con un microscopio 3D, se muestra cómo es la soldadura de un TSSOP (Thin Shrink Small Outline Package) que es la más común. Muchas cosas pueden salir mal y eso también está incluido en las imágenes, donde se puede ver qué pasa cuando el chip está desalineado, se calienta demasiado o no lo suficiente. Incluso hay una vista microscópica de una placa multicapa, cortada para ver las capas internas.

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Por @Alvy — 8 de septiembre de 2024

Según data la historia, el mítico Homebrew Computer Club se fundó el 5 de marzo de 1975. La primera reunión de hackers fue en el garaje de Gordon French en Menlo Park (California) y acudieron unas 30 personas interesadas en el recién lanzado microordenador Altair 8800. En este vídeo de John Draper (Captain Crunch), editor de la revista de hackers 2600 se vuelve a reunir por videoconferencia toda aquella banda de amigos de la tecnología casi 50 años después.

La reunión es una auténtico «momento de contar batallitas», donde todos los protagonistas parecen aviejunados –como es lógico– pero tan lúcidos como en aquella época. Entre ellos están, además de Draper, Steve Wozniak (cofundador de Apple), Lee Felsenstein (ingeniero en electrónica), Bill Claxton (que ayudó a Wozniak en los comienzos), Gary Cocker (creador de EasyWriter) y unos cuantos más.

La videoreunión está dividida en tres partes: Homebrew parte 1, parte 2 y parte 3. No me preguntes por qué pero sólo tiene audio en mono, por el canal izquierdo (¡Ah, aquello de «en casa del hacker…»!)

Hay más de una anécdota jugosa y poco conocida. Por ejemplo Woz explica cómo construyó un terminal que se conectaba al ARPANET utilizando piezas baratas (excepto el teclado, que le costó 60 dólares de entonces, unos 600 dólares actuales). Ese chisme, equipado con un módem acústico, ya se podía conectar a la friolera de los 6 servidores que había entonces. Por otro lado, acabaría siendo la base del desarrollo del Apple I.

Tampoco merece la pena perderse sus aventuras con la policía cuando intentaba usar una blue box en una cabina telefónica para llamar gratis. De aquella se libró con un poco de ingenio. Wozniak, según cuenta, iba a las reuniones más a escuchar y aprender que a proponer cosas.

Otra curiosidad es cómo todo el mundo estaba obsesionado con Tiny BASIC, de Dennis Allison, una versión del sencillo lenguaje de programación de la época que corría en menos de 4 KB. Lo curioso es que Allison publicó este intérprete de BASIC en respuesta a la famosa carta de Bill Gates en la que se quejaba de la «piratería» y de que le habían copiado su software (el Altair BASIC) y le estaban «robando».

En fin, tres curiosos vídeos de 20-30 minutos cada uno con muchas caras conocidas, muchas canas, y la visión personal de aquella comunidad de geeks y soñadores, porque como decía Woz: «la verdadera magia no estaba solo en los circuitos y chips, sino en la gente y las conexiones que hicieron posibles avances que hoy damos por sentados.»

Bonus malus: Como puede verse, aquello era un auténtico bosque de nabos.

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Por @Wicho — 2 de septiembre de 2024

Me ha encantado la historia que cuenta Nolen Royalty en The secret inside One Million Checkboxes acerca de cómo un grupito de adolescentes consiguió colar varios mensajes dentro de su página One Million Checkboxes.

No recuerdo haberla visto mencionada en ningún sitio pero se trataba de una página que lanzó a finales de julio de este año en la que, simplemente, había, como su propio nombre indica, un millón de casillas de verificación. Era el mismo millón de casillas para todo el mundo, así que cada vez que alguien hacía clic en una esa casilla quedaba activada o desactivada según correspondiera para todo el mundo.

Una cosa que Nolen hizo fue programar todo para que no se pudieran hacer fácilmente mensajes o dibujos inapropiados. Para eso según el tamaño de la ventana y la resolución de la pantalla el ancho de la web iba cambiando. Así, aunque una persona viera un texto o dibujo determinados en su dispositivo en un momento dado lo más probable es que en cualquier otro dispositivo no fueran reconocibles.

El estado de cada casilla de verificación se guardaba como un bit, así que un millón de bits representaban el estado global de todas las casillas. A ocho bits por byte de toda la vida eso son 125 KB, algo nada descabellado para la web actual. De hecho es menos de lo que ocupan muchos de los gifs que rulan por Telegram, WhatsApp y similares.

Pero un día a Nolen se le ocurrió, sin ningún motivo especial para hacerlo, echar un vistazo al volcado en ASCII del millón de bits. En ASCII cada carácter son ocho bits, así que le salió un fichero de texto de 125.000 caracteres. Y alucinó cuando descubrió que había mensajes ocultos en ese texto.

En concreto se encontró con el URL https://catgirls.win/omcb repetido unas cuantas veces.

Al principio entró un poco en pánico pensando que le habían crackeado la página para modificar en contenido de la base de datos. Pero tras revisar el código sin conseguir dar con la manera en la que podían haberlo hecho cayó en la cuenta de que lo que pasaba es que alguien le estaba escribiendo un mensaje a través de las casillas de verificación.

De hecho, una vez que cayó en la cuenta de eso, pronto descubrió que había un bot que se encargaba de mantener el estado de una serie de casillas en el necesario para escribir el URL en la base de datos.

Así que decidió visitar la dirección, que resultó apuntar a un grupo de Discord llamado Checking Boxes, Marcando casillas, en el que fue recibido como un héroe. En él le preguntaron si se le había ocurrido mirar el millón de casillas como una imagen monocroma de 1.000×1.000 pixeles y de nuevo alucinó:

La descripción
One Million Checkboxes como 1.000×1.000 pixeles – Vía Nolen Royalty

Ese bitmap contenía toda una serie de imágenes y mensajes. E incluso cosas como un código QR completo que llevaba al grupo de Discord. Con el tiempo llegaron incluso a experimentar con añadir animaciones e incluso color tratando grupos de tres bytes consecutivos como los valores de rojo, verde y azul de un pixel adyacente.

La descripción
Uno de los mensajes ocultos en ese mapa de bits – Vía Nolen Royalty

Cuando Nolen descubrió el grupo había algo menos de veinte personas. Pero esa cifra creció hasta algo más de 60 para cuando decidió cerrar la web.

Lejos de enfadarse, le pareció un uso maravilloso e inesperado de su proyecto por parte de un grupo de adolescentes con ganas de experimentar. Hackers en toda regla.

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