Por @Alvy — 13 de Mayo de 2021

Joe Grand es un ingeniero y hacker que ha inventado y construido este brújula de pizza, que básicamente hace lo que su propio nombre indica: en vez de apunar siempre al Norte apunta a algún lugar en el que conseguir una pizza. El montaje es bastante elaborado, con una estilosa placa a medida, un formato de dispositivo muy molón y ledes de colores formando un círculo, pero lo importante es el conceto, que diría Pazos. El resultado también es «profesional, muy profesional.»

Además del hardware, que ya de por sí es un proyecto bastante interesante, el código de la brújula de pizza es libre y se puede descargar para aprender y/o mejorar. Entre otras cosas obtiene la posición GPS del dispositivo y su orientación (con una brújula «de verdad», un magnetómetro) y luego se comunica con la API de Google Maps, para buscar «pizza» y calcular la dirección a la pizzería más cercana.

El vídeo que ha hecho Wired para explicar todo el proceso de creación del chisme es una buena microproducción. Según Grand, sus objetivos eran tres: (1) que funcionara realmente y «apuntara a las pizzas», (2) que fuera un dispositivo independiente y (3) que fuera lo más simple posible. Yo creo que lo ha conseguido con creces. Luego se ve cómo se monta un prototipo (incluye escribir el código) y finalmente cómo se diseña la placa y se monta toda la circuitería. Tiempo total: 3 semanas.

Como todo aficionado a este tipo de cosas sabe, el reparto del tiempo del proyecto hace que el primer 10% se dedique a construir un producto que funcione, mientras que el 90% restante se emplea en «gilipolleces varias» propias del refinado del chisme: que si diseñar la placa bonita, soldarlo y montarlo todo de forma firme, depurar el código y un indefinido número de etcéteras. Algo que siempre fastidia un poco porque con el 10% inicial ya funcionaba, pero bueno. ¡Así es el mundo hackeril de los inventores locos!

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