Me encantó este hackeo de ultra-baja tecnología: Si alguna vez pierdes el coche en un aparcamiento –a quién no le ha pasado– un truco es utilizar tu propia cabeza como antena amplificadora.
Basta apoyar debajo de la barbilla el mando a distancia mientras pulsas el botón de apertura de puertas para que haga bip-bip (en el enlace hay un vídeo autoexplicativo).
El efecto es el mismo que cuando tocas una antena de una radio y «se oye mejor» porque tu propio cuerpo hace de antena. Al parecer la cavidad oral del cráneo sirve para amplificar un poco la señal del mando, lo cual puede salvarte la tarde. No es una ciencia exacta, pero podría ahorrarte un rato de búsqueda la próxima vez.
Lo encontré en Lifehacker enlazado desde Top 10 Modern Life Survival Skills, donde los otros nueve trucos de supervivencia para la vida moderna tampoco están mal.