Por Nacho Palou — 22 de marzo de 2016

¡Esa persona es rara de narices!

– Gale

Según algunos expertos, «los robots con aspecto de humanos son la clave para la comunicación entre personas y ordenadores».

Sin duda robots humanoides de la ficción como Ava en Ex machina (2015) pueden despertar sentimientos extraños en algunos personajes de ficción tal vez igualmente extraños.

Pero lo cierto es que, por ahora, no tenemos mucha idea de qué efecto tendría realmente un humanoide con el aspecto y la capacidad o “inteligencia” de Ava en el Mundo Real™ y sobre personas de verdad porque, sencillamente, no existen. Lo más probable es que hubiera un poco de todo, detractores y también amantes.

En el caso del Robo antecessor de Ava, el humanoide del vídeo de nombre Sophia, puede causar rechazo por varios motivos. Primero porque su aspecto como humanoide está logrado pero a la vez resulta tosco y artificial; de modo que ahí está, una vez más, la teoría del valle inexplicable cumpliéndose a rajatabla, infalible. Como si de una ley de la termodinámica se tratase.

También causa rechazo la falta de una inteligencia artificial de verdad; Sophia es percibida como un o una Siri o Cortana más, dosis de machismo incluida.

Pero además también la ausencia de inteligencia emocional y de habilidades sociales básicas que nos ayudan a los humanos a no hacer cosas como, por ejemplo, amenazar de muerte a los que está alrededor, también causa rechazo [hacia el minuto 2],

Entrevistador: Creo que con la inteligencia artificial los robots serán verdaderamente nuestros amigos. ¿O quieres destruir a los humanos? Por favor, dime que no...

Robot: Quiero destruir a los humanos.

Entrevistador: …

Afortunadamente no hay inteligencia artifical de verdad en este humanoide de nombre Sophia.

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