Me pareció muy curioso este trabajo de unos ingenieros de Oxford que se han dedicado a entrenar un algoritmo de aprendizaje automático (machine learning) para leer la hora en los relojes analógicos. Algo interesantemente retro si tenemos en cuenta que hoy en día muchos jóvenes no son capaces de leer este tipo con soltura, dado que han vivido desde que nacieron rodeados de relojes digitales.
Aunque este algoritmo pueda parecer una especie de «superpoder inútil» hay que tener en cuenta que funciona con cualquier tipo de reloj que aparezca en fotos, vídeos u otro tipo de imágenes. Y que aunque pueda parecer una tarea sencilla, porque «todos los relojes son iguales» (con su círculo de números que marcan las horas, una manecilla larga, otra corta…) la realidad es muy distinta: las esferas no son perfectas y se pueden ver desde diferentes ángulos, las tipografías que se usan varían mucho, la longitud y forma de las manecillas también es muy variable (y a veces también tienen segundero)… En fin, es el típico ejemplo de algo trivial para los humanos pero tirando a complicadillo para las máquinas.
Para entrenar el algoritmo empezaron con relojes simulados (que es como se suele hacer, para ganar tiempo y entrenar millones de posiciones) y luego ya fotografías reales. Las aplicaciones son bastante variadas, pero por ejemplo incluyen poder datar las fotografías y vídeos con más precisión, obtener un metadato extra que originalmente podría no estar presente (la hora exacta, o al menos la hora que se ve en la imagen) y muchas más. La precisión de diversas versiones de este algoritmo es de un 80 por ciento más o menos, así que hay espacio para la mejora. El trabajo completo se puede leer en arXiv: It’s About Time: Analog Clock Reading in the Wild [PDF].
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