Dicen que esto es un poco como aprender parkour por fuerza bruta, y un poco de razón no les falta. Los investigadores de DeepMind (una empresa de IA que adquirió Google en 2014) han mostrado cómo se «enseña» a una inteligencia artificial a manejar un cuerpo flexible de forma natural. ¿La forma de hacerlo? Un simulador y un circuito de plataformas y obstáculos sobre el que personajes abstractos de palo tienen que ensayar miles y miles de veces, hasta lograr la perfección.
Los detalles del trabajo pueden leerse aquí Producing flexible behaviours in simulated environments (que es un resumen del trabajo original: Emergence of Locomotion Behaviours in Rich Environments). Tal y como dicen, se trata del surgimiento de «comportamientos locomotores» (tales como saltar o esquivar) en esas simulaciones. Porque a veces esa inteligencia artificial hace cosas y utiliza estrategia para moverse que no se le han enseñado.
El método es básicamente el de refuerzo: a los curiosos personajes (el muñeco, el bicho palo, la araña) se las enseña que el objetivo es avanzar. Cada vez que progresan, reciben una recompensa en forma de puntuación; si fracasan porque se caen o quedan frenados, la recompensa es negativa. Los «sensores» que utilizan son una visión (limitada) y algo de propiocepción, es decir, saber cuál es la posición de las partes de su propio cuerpo. Y repetir, repetir, repetir, que la fama cuesta y avanzar no veas.
Es gracioso ver las demostraciones y cómo van progresando o siendo terminados (un poco a lo Blade Runner) las diferentes versiones. Por lo general parece como si muchos de los personajes de la simulación mejoraran cuantos menos parámetros se consideren – ¡Ah! ¡La belleza de la simplicidad! El muñeco de palo es como dicen bastante idiosincrásico: la mayor parte del tiempo parece corretear completamente borracho y espasmódico. Pero sus versiones más avanzadas pueden correr sea cual sea el terreno ¡y sin mirarlo! y también soportar fuerzas de desplazamiento que simulan vientos. Incluso sube escaleras.
Solo un recordatorio: en el mundo futuro con miles o millones de inteligencias artificiales de este tipo una vez que un robot, un coche autónomo o un dron ha aprendido estas técnicas automáticamente todos sus iguales lo habrán aprendido también, un poco como ya hacen los coches de Tesla hoy en día. No olvidemos esto, que es fundamental – y sí, hasta un poco inquietante.