La ciudad del vídeo no existe tal cual. Es una recreación «imaginada» por una inteligencia artificial a partir de los datos que recopilados durante la conducción de un coche autónomo. Primero aprende cómo es la forma aparente de las calles y los objetos que suele haber en ellas –con ayuda de humanos y sistemas de refuerzo– de modo que luego pueda realiza el proceso inverso: adivinar qué tipo de objetos encajarían en una calle vacía.
El experimento ha sido llevado a cabo en calles de Alemania por Intel e investigadores de Stanford, tal y como cuentan en New Scientist. La recreación de la calle es un poco como el juego infantil de colorear un dibujo a partir de números: a la inteligencia artificial se le dice simplemente «calle» junto con otras palabras como «árbol» o «coche», a partir de lo cual recrea artísticamente algo que encaja con esa descripción en las posiciones dadas.
Para el entrenamiento se requirieron aproximadamente 3.000 imágenes. Aunque no está muy claro qué volumen debería alcanzar para representar de forma realista «la verdadera diversidad del mundo» sí que parece que pueda servir pronto para crear escenarios para juegos o realidad virtual, donde la precisión no sea tan acuciante.