Por @Alvy — 19 de agosto de 2016

Este arquitecto contruyó una casita de campo a la antigua en el interior de un pequeño hangar para aeroplanos. O más bien al revés, porque la casa estaba allí desde 1880 y él puso el hangar «por encima».

El espacio total es unos 10 metros de ancho y unos 40 largo, con una altura de unos 8,5 metros, lo cual permite que quede espacio alrededor de la casa como para darse una vuelta o – como ha hecho su creador, instalar zonas al aire libre o unos peculiares habitáculos verticales con aspecto de salas de trabajo, estudio y lectura. Hay espacio hasta para el tradicional garaje.

«El resultado tras meter la casa en el hangar es un poco como esos barcos dentro de una botella… Se trata de no aburrirse y pensar un poco en cómo sería tu casa utópica». Definitivamente, aunque suene raro como puede verse en el vídeo la construcción tiene su aquel. Y cuanto más la ves, más te gusta.

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