En Pekín han realizado otra de esas demostraciones de fuerza tan propias de la ingeniería china desmontando y montando un puente de seis carriles y 1300 toneladas de hormigón para «ponerlo al día» en el tiempo récord de 43 horas que es lo que tardó el tráfico rodado en poder circular de nuevo.
Para poder completar el proceso el nuevo puente estaba «pre-construido» en gigantescas piezas que se encajaron como un puzzle, trasladada por gigantescas maquinarias. Todo un ejemplo de planificación y destreza en el campo de las megaconstrucciones esas que tanto nos gustan.
Bonus para esa banda sonora absolutamente época que no se sabe bien si es de peli del oeste o de artes marciales de los gloriosos años 80.