Por Nacho Palou — 19 de julio de 2016

Ben de NightHawkInLight resuelve con más ingenio que recursos la difícil tarea de fabricar un espejo parabólico en su garaje.

Los espejos parabólicos se utilizan en telescopios y para concentrar y dirigir la luz del sol. Se usan, por ejemplo, en una central de energía termosolar.

También los usaba el hipotético rayo de la muerte o rayo de calor de Arquímedes, el arma que hace 2200 años era, supuestamente, capaz de incendiar y hundir barcos a distancia concentrando sobre ellos la luz del sol.

Aunque el «espejo parabólico de Ben» no sirve por ahora para un telescopio sí que sirve para concentrar la luz solar. El vídeo muestra el proceso completo de fabricación —también el primer intento, fallido— que simplifica el proceso varios enteros al recurrir a una manta isotérmica o de emergencia —incluida en muchos botiquines— y a una bomba de aire, un inflador de ruedas de bicicleta.

De esta manera Ben consigue obtener una parábola bastante correcta con relativa facilidad. Si la manta es de doble cara –dorada y plateada por uno y otro lado— hay que ponerla con el lado plateado hacía abajo. Aplicando fibra de vidrio sobre la burbuja de aire la parábola queda congelada y prácticamente lista para usar. Brillante.

Compartir en Flipboard Publicar / Tuitear Publicar