«Si no puedes desarrollarlo, monta un concurso y que lo desarrollen otros». Eso es lo que deben haber pensado Elon Musk y la gente de SpaceX cuando han convertido la idea de su sistema de transporte mediante tubos de vacío en la que han llamado Competición Hyperloop, que busca un equipo de ingenieros capaz de construir algo viable utilizando las premisas del proyecto.
Lo apodan «la quinta forma de transporte» por su diferencia con las cuatro principales que usamos en la actualidad: automóvil, avión, tren y barco. De momento, solo existe sobre el papel, pero en su página web hay un completo informe con esquemas, cálculos y se pueden estudiar a fondo muchos de sus planteamientos. Hyperloop es básicamente un gigantesco y larguísimo tubo al vacío por el que circulan cápsulas a modo de pequeños transportes con capacidad para algunas decenas de personas – pero a velocidades entre 900 y 1.200 km por hora, tan rápidas como los aviones.
La competición consiste en fabricar un tramo de tubo de una milla cerca de los cuarteles generales de SpaceX en Hawthorne (California), incluyendo unos pods a escala real en los que pueda viajar gente. Hay todo un año para desarrollar esos prototipos, que se probarán durante algún fin de semana de junio de 2016. Quizá busquen también pasajeros de prueba.