Por @Alvy — 9 de Agosto de 2021

Las grandes grúas con las que se construyen los rascacielos y otras estructuras resultan a veces tan impresionantes como los edificios en sí mismo. Este vídeo de Art of Engineering explica una de sus más curiosas características: cómo algunas grúas se elevan a sí mismas a medida que avanza la construcción para erigirse más y más alto.

Antes de comenzar a instalar la grúa se refuerza el terreno con unos cimientos. Se une el mástil con un sistema de anclaje reforzado y a partir de ahí se pueden ir añadiendo pilares verticales que formarán el mástil. Al final del mástil está instalada la pluma (la estructura horizontal móvil) donde se añaden contrapesos y la corona (capaz de girar). La idea es que la pluma esté siempre en equilibrio para que el mástil pueda soportar todo el peso, especialmente durante la autoelevación. Aquí entran en juego muchas fuerzas y cálculos sobre el centro de gravedad; es algo que los gruistas y sistemas de control deben anticipar para que todo funcione correctamente.

Mediante un mecanismo hidráulico la parte más alta de la grúa puede autoelevarse para insertar nuevos pilares verticales, alcanzando así alturas increíbles. Normalmente esto se hará de forma coordinada con la altura del edificio; esto permitirá además utilizar abrazaderas de apoyo en la estructura principal para darle mayor estabilidad a la grúa. Curiosamente, algunas grúas se pueden instalar también en el interior de los edificios, por ejemplo aprovechando huecos de montacargas o ascensores. En el desmontaje se siguen los mismos pasos pero al revés, aunque en ocasiones es más fácil, rápido y seguro desmontar la pluma con un helicóptero y luego ir bajando el mástil poco a poco.

(Vía The Awesomer.)

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