Esta pasarela sobre el canal Oudezijds Achterburgwal del centro de Amsterdam está casi terminada en su primera fase, aunque hasta el año que viene no podrá instalarse en su ubicación definitiva. Como idea surgida originalmente a modo de concepto allá por el año 2015, ahora ya es una realidad. Ha requerido cuatro robots que han trabajado durante seis meses completos para «imprimir» la estructura principal con hilo de metal: 1.100 km de hilo en total, modelado gota a gota soldadas pacientemente para formar los «hilos». Pesa 4,5 toneladas, mide 12,6 metros de largo y 6,3 de ancho.
El trabajo se hizo con un software llamado MX3D que permite crear el diseño –bastante más complejo y detallado que uno de una pasarela convencional– comprobar la estructura, cargas y demás. Luego se genera una vista 3D de una especie de «gemela virtual» de la pasarela en realidad aumentada para ver cómo queda instalada sobre imágenes reales del canal. Por seguridad lleva instalados sensores que permiten verificar su integridad estructural. Han calculado que no habrá problema para que soporte el peso de más de 30 personas.
Cuentan que tan complicada como la parte técnica fue conseguir los permisos, documentación y vistos buenos de las diferentes administraciones. La idea era que la fabricación no entorpeciera el paso de los peatones, se respetara el medio ambiente, los problemas de ruidos y demás – y hacerlo in situ era más complejo de lo que se había pensado en un principio. Así que para dejarse de historias la fabricación comenzó dentro de una nave pero fuera de la ciudad. La pasarela luego se transportará a su ubicación definitiva.
(Vía DesignBoom + Rapid Ready Technology.)
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