A pesar de que lleva años dando vueltas descubrí en una galería de fotos en 20 Minutos acerca del proyecto Titanic II [la web no funciona], una extraña y alocada idea que básicamente construye en construir un nuevo Titanic a modo de réplica modernizada del original que surcara el atlántico hace un siglo.
Según parece y también cuenta la Wikipedia el proyecto lo estuvo moviendo un millonario australiano llamado Clive Palmer, que recogió la idea que andaba revoloteando por ahí desde que se estrenó la famosa película. Tras anunciarlo con gran fanfarria llegó a un acuerdo preliminar con una naviera china y algunos ingenieros de la Blue Star (la compañía de cruceros que fabricó originalmente el Titanic), de modo que se consideró «seriamente» su construcción. Durante varios años Palmer incluso consiguió hacerse con la marca registrada «Blue Star» y desarrollar las líneas principales del plan.
Hoy en día los grandes cruceros son mucho más grandes que el Titanic; de hecho construir un bicho así no sería un gran problema para quien tenga entre 400 y 600 millones de dólares, que es el coste calculado.
El Titanic II (rojo) comparado con el Titanic (azul). Prácticamente idénticos / (CC) Wikimedia
Pero los retos más interesantes son de ingeniería; a saber:
- El Titanic II desplazaría unas 56 000 toneladas, frente a las 52 000 toneladas del Titanic.
- El casco sería más seguro (sin remaches); tendría menos rozamiento, varios estabilizadores y en general sería más eficiente en cuanto a consumo, con motores diesel para reemplazar a los de vapor originales.
- Como medidas de seguridad adicionales: una cubierta extra con botes salvavidas para todo el pasaje, más escaleras, redundancia de muchos sistemas, un puente de mando más alto y algo más de altura sobre el agua.
En cuanto al interior y a las zonas de pasajeros es donde se podría un mayor esfuerzo en el detalle de la réplica: su capacidad sería más o menos la misma, unos 2400 pasajeros + 900 de tripulación. Las áreas comunes estarían decoradas como el original aunque muchas zonas deberían ser modernizadas también para cumplir las normas de seguridad actuales. Por ahí andaría la famosa escalinata (cómo no) e incluso el puente contendría muchos elementos del original – aunque con los controles reemplazados por ordenadores, como es obvio.
El caso es que aunque la idea comenzó a fraguarse entre 2012 y 2013 y se había anunciado que el transatlántico estaría listo para ser botado este mismo año: en algún momento de 2016. Pero el asunto quedó congelado: no había contratos, los astilleros chinos nunca habían construido nada tan grande para uso civil e incluso la opinión pública criticó que la idea podía considerarse un tanto «irrespetuosa» con las víctimas de hace un siglo.
Que el millonario que estaba tras el sueño Titanic II haya sufrido dificultades económicas tampoco debe haber ayudado mucho, del mismo modo que el hecho de que sea alguien un tanto dado a los «anuncios extravagantes» también ha minado un poco la credibilidad del proyecto. Pese a todo hace poco en CNN han publicado que el proyecto se retomará para 2018. Teniendo en cuenta que otro de los proyectos de este buen hombre era construir una réplica de Parque Jurásico parece claro que lo que le gusta, realmente, es… el cine.
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