Por @Alvy — 2 de octubre de 2016
Un de esos trabajos de altura inconcebibles:
Las torres son muy altas. Empezaron siendo torres de 70 metros para las líneas de transmisión de 500 kV. Ahora han ido creciendo hasta los 138 metros de altura.. Su misma altura ya supone un desafío físico directo para los técnicos de campo. Están tan calientes que las manos desnudas se queman cuando te sujetas a la torre. Un traspiés en un solo escalón de una torre podría llevar a un desenlace irreversible, una caída desde gran altura directamente al duro suelo.
Sin duda debe ser un trabajo interesante, apasionante y estresante: técnico de campo escalando torres de ultra-alto voltaje de 1.000 kV, que superan a las de 700 kV que eran hasta hace poco las mayores del mundo, muchas con más de 100 metros de altura.
Si un arco de ese voltaje alcanzara a una persona esa persona simplemente desaparecería. Pero alguien tiene que hacer el trabajo de mantenimiento, ¿no?