Por @Alvy — 26 de junio de 2017

JeffHK es un marinero canadiense aficionado al vídeo que en su canal muestra diversos aspectos de la vida en el mar. En este vídeo hace una completa visita al puente de mando de un buque portacontenedores, el lugar desde el que se controlan estas bestias de los mares.

La primera curiosidad que explica es cómo el puente se extiende más allá de la clásica cabina cerrada de control, concretamente hasta el alerón que está ligeramente fuera y por encima de la estructura del barco (como en los antiguos barcos de vapor con ruedas, de ahí su nombre). Está lo suficientemente alejada como para ver el costado del buque y facilitar las maniobras. A fin algunos de los mandos principales y propulsores se encuentran en un pequeño panel que se aloja «dentro de una especie de barbacoa» en el exterior. Allí es donde pasan buena parte del tiempo el capitán y los oficiales durante las maniobras.

En el puente hay todo tipo de instrumentos de navegación, la mayor parte electrónicos pero algunos otros tradicionales. Hay cartas de navegación digitales, un sistema de identificación de buques electrónico, GPS, radares y varios sistemas de comunicación en todas las frecuencias. Pero, como dice JeffHK, «todavía usamos las cartas de navegación de papel para trazar los rumbos».

La cantidad de indicadores asusta a cualquiera, con algunos tan simples como relojes, tacómetros o brújulas, pero con otros más avanzados como el sónar o el clinómetro (que marca la inclinación del barco). También hay cientos de botones y lucecitas para cada uno de los motores y sus mecanismos, el timón, el piloto automático… Los mandos digitales conviven con sus equivalentes de la antigua usanza: el telégrafo sin ir más lejos, para asegurar que las órdenes llegan correctamente a la sala de máquinas. Por haber hay hasta un manipulador Morse para emergencias.

Un detalle interesante del vídeo es que de vez en cuando se muestran escenas de conocidas películas en las que los personajes trabajan en el puente de mando y el resto de la nave, mostrando cómo se usaban en situaciones reales – con bastante precisión la mayor parte del tiempo. Desde luego parece raro que algo falle en un buque de este tipo: todo está duplicado o triplicado y las medidas de seguridad son extremas; no es de extrañar que se esté considerando la creación de buques automáticos para reemplazar al último factor de riesgo: los humanos.

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