Por @Wicho — 8 de agosto de 2003
Leo en la prensa de hoy una noticia acerca de un estudio de las Cámaras de Comercio que dice que
El 70 por ciento de las empresas españolas considera que el miedo de los consumidores a efectuar compras a través de Internet es la principal barrera para el desarrollo del comercio electrónico en España.Y no contentos con eso añaden que
El factor que menos influye en el comercio electrónico, tanto para las empresas españolas como para las otras europeas, es el de los procesos de entrega y el pago electrónico.Ciertamente la desconfianza es un factor a considerar, pero me parece el que se permitan hacer tales afirmaciones es no querer ver las cosas y pretender echar bolas fuera, porque sin pararme mucho a pensarlo, se me ocurren tres ejemplos de primera mano en los que el proceso falló por otras causas no achacables al comprador.
Sin citar nombres para no herir sensibilidades:
- Un conocido sitio en el que se podían comprar libros y discos a buen precio en el que una persona que conozco compró un regalo de reyes, regalo que llegó estropeado y a mediados de febrero... igual que le ocurrió a muchos más clientes de ese sitio.
- Una librería cuya web ya no es que no funcione correctamente, sino que directamente no te deja entrar si no usas la combinación de sistema operativo y navegador que sus desarrolladores web estiman oportuna.
- Una cadena de supermercados que permite hacer pedidos en línea y que te los lleven a casa o que los recojas en uno de sus establecimientos, pero que no ofrece toda su línea de productos a través de la web, lo que te obliga a entrar en el supermercado para completar tu compra, desbaratando por completo el objeto de hacer la compra por Internet.