Por @Alvy

Mail-Tester comprueba la rectitud y comportamiento de tus correos para que no sean considerados spam

Me ha gustado la idea de Mail-tester.com, que ya tengo guardado en mi carpeta de Herramientas de los favoritos porque nunca se sabe cuándo la vas a poder necesitar. Básicamente puntúa del 0 al 10 el envío de un correo, para asegurarte de que todo es correcto y que no sea considerado spam a las primeras de cambio.

Y es que hoy en día con la bazofia en que se ha convertido el correo electrónico, el 90% de todo lo que llega es correo basura. Y aunque los programas antispam hacen su labor, a veces dan falsos positivos y filtran lo que debería ser considerado un correo correcto. ¿A que fastidian esos avisos de «te hemos enviado un correo, comprueba la carpeta de correo basura»? Es como si muchos servicios y automatismos se hubieran dado por rendido.

Mail-tester.com es fácil de usar: al cargar la página aparece un buzó de email como test-21cbxxxxxxxh@srv1.mail-tester.com

y solo hay que enviar allí un correo normal y corriente, o un boletín (newsletter) tal y como lo harías en la realidad (usando el mismo programa de correo). Segundos después, tras recibirlo, el servicio analiza muchos detalles y da una puntuación de 0 a 10, con cada parámetro evaluado en verde, amarillo o rojo. Se puede ver la versión texto del correo (la de antes de que se inventaran los correos-HTML) y el código fuente que se ha enviado, con sus cabeceras.

También se comprueba si el correo pasaría adecuadamente por SpamAssassin (uno de los filtros antispam más populares en los servidores) o no. También se verifica la autenticación, comprobando detalles técnicos como los parámetros del SPF (Sender Policy Framework, Convenio de Remitentes); el DKIM (DomainKeys Identified Mail; el DMARC (Domain-based Message Authentication, Reporting and Conformance, Autenticación de Mensajes Basada en Dominios, Informes y Conformidad) y el DNS inverso. ¿Te suena a chino? Yo tampoco sé que son la mayoría de esos protocolos, pero baste decir que gestionan la autenticación, evitan la falsificación de remitentes y cosas así. Cuantos más tengas en verde, mejor.

En general todo esto está bien porque aunque no tengas grandes conocimientos técnicos saber que algo falla o no puntúa es suficiente para poder ir al panel de control del alojamiento web, buscarlo y activarlo o configurarlo correctamente. Además de eso, detalles como «si envías una newsletter, deberías incluir un encabezado para darse de baja» son útiles también y fáciles de implementar.

Si estás en alguna de las temibles listas negras del spam de internet (Spamhaus, Barracuda, IMP-SPAM, etc.) la cosa está más chunga. Pero al menos verás el aviso y podrás ir a los gestores a explicarles que no eres un spammer y que tu configuración ha mejorado. Si gestionas newsletters o envíos periódicos para una tienda de comercio electrónico, un grupo de un foro o similares, esta herramienta te puede venir estupendamente para evitarte quebraderos de cabeza.

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