Por @Wicho — 21 de enero de 2012

Este artículo se publicó originalmente en La Voz de Galicia, donde colaboramos semanalmente, con el título No servirá de nada, las redes P2P funcionarán igual; esta es la versión sin límites de espacio y con enlaces.

Acusación MegaUploadSi me atengo a lo que se dice en el escrito de la acusación, probablemente es cierto que los responsables de Megaupload se merecen haber sido detenidos, y creo que flaco favor se le hace a la idea de compartir cultura en la red defendiendo a ciegas a los responsables del sitio, aunque también es cierto que aún nos falta escuchar la otra parte de la historia.

Habrá que ver en qué queda el caso una vez que pase por los tribunales, pero será, en cualquier caso, sin duda uno de esos casos que hacen historia, pues aunque implica personas, empresas y máquinas distribuidas por varias partes del mundo y dependientes de distintas jurisdicciones los Estados Unidos están intentando llevárselo todo a sus juzgados, algo que puede sentar un peligroso precedente.

Hay, de todos modos, una diferencia fundamental entre este caso y el de las páginas de enlaces, que en España al menos no constituyen delito, que es el de que Megaupload sí albergaba los archivos que sus usuarios compartían y cuando el titular de los derechos lo solicitaba no lo borraban sino que desactivaban el enlace por el que se protestaba en cada caso.

Pero no hay que olvidar que si bien todo el mundo asociaba Megaupload con descargas de contenidos protegidos por derechos de autor, en ese sitio había también contenidos sobre cuya legalidad no cabe duda y a los que sus propietarios ya no tienen acceso al haberse cerrado este, quedando desamparados por la forma en la que se ha procedido contra el sitio.

Además, si lo pensamos un poco, no hay ninguna diferencia entre lo que se puede hacer en Megaupload y lo que se puede hacer con Dropbox, un sitio que tiene una imagen mucho más limpia pero contra el que también se podría actuar en un momento dado. Es un poco aquello que decían los romanos de que la mujer del césar no sólo tiene que ser honrada sino que además debe parecerlo.

En cualquier caso, cerrar Megaupload no servirá de nada a la hora de frenar el intercambio de archivos. Estoy seguro de que mientras escribo estas líneas se están creando varios clones de Megaupload, por no hablar de que las redes P2P seguirán funcionando exactamente igual.

Como decía David Bravo en Twitter al poco de conocerse la noticia:

Todo lo más, servirá para enviar un mensaje ejemplarizante, siempre que la sentencia se produzca en el sentido que la fiscalía y la industria de los contenidos esperan.

Pero mientras tanto, el entrar como un elefante en una cacharrería y arramplar con los derechos de los usuarios que tenían allí contenidos legales probablemente está teniendo –una vez más– un efecto negativo sobre la imagen de la industria audiovisual.

Para lo que sí sirven actuaciones como esta, sin embargo, es para demostrar que no hace falta crear leyes draconianas y chapuceras como SOPA, PIPA, que por ahora parecen haber sufrido un serio revés, la Ley Sinde, y otras similares, pues ya existen las herramientas legales para actuar contra sitios que infringen los contenidos de autor.

Una vez más, el debate vuelve a que la industria no ofrece un modelo de negocio válido a los usuarios, pues aunque queramos, en muchos países no podemos pagar por un servicio que nos permita ver, por ejemplo, series de televisión a la carta.

Sin ir más lejos, Netflix ha dicho que no va a entrar en España porque se le piden derechos el triple de caros que en otros países, y eso cuando se le ofrecen.

La actitud de la industria sigue siendo la de querer ponerle puertas al campo, y no va a poder por mucho que se empeñe ni va a servirle de nada. ¿O le sirvió de mucho cerrar Napster allá por el 2000?

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