Por @Alvy — 17 de noviembre de 2006

OctagateOctaGate SiteTimer es una muy buena utilidad para webmasters que todo creador de páginas web debería tener siempre a mano para hacer chequeos periódicos. Básicamente calcula el tiempo de transmisión una páginas web, con sólo indicarle la URL, fijándose en cada uno de los trocitos que la componen y cronometrando el tiempo que tardan realmente en cargar. Ese «tiempo real de carga» para un usuario depende de dos cosas: primero, de lo que tarde el servidor web en enviar toda la información (que es lo que mide OctaGate) y, segundo, de la velocidad («capacidad») de su conexión, de modo que alguien con un ADSL de 20 megas irá más rápido que otro con un ADSL de 1 mega. OctaGate hace el análisis a una velocidad bastante alta, de modo que los resultados son más bien la «velocidad máxima» a la que realmente el servidor web puede servir las páginas. Si luego alguien tiene una velocidad de tortuga en su casa, irá lógicamente más lento.

Todo esto es interesante porque sirve también para entender visualmente cómo funciona el protocolo HTTP, que abre varias peticiones simultáneas de cada «objeto» de la página (uno objeto es la página HTML, otros son cada una de las imágenes, otros los scripts, etc.) y las va recibiendo de forma ordenada, habitualmente en grupos de cinco, aunque eso puede variar. Cada objeto requiere una conexión y tarda más o menos en llegar al usuario dependiendo de su tamaño y dónde esté, porque no siempre están en el mismo servidor. Las páginas web que tienen muchas imágenes y sobre todo botoncitos, contadores y otras «funciones externas» adicionales, a.k.a. «Feria de Sevilla» pueden verse ralentizadas en la práctica porque ciertos objetos (contadores, imágenes, scripts, textos que vienen de otros sitios, etc.) pueden tardar mucho a veces. Con OctaGate eso se detectaría al ver que la página tarda poco pero ciertos objetos tardan muchísimo.

OctaGate Site Timer está programado con AJAX, de modo que permite interactuar cómodamente con la información que presenta. Al terminar el análisis, las barras de colores muestran los tiempos reales en centésimas de segundos que necesitó cada objeto de la página. Pulsando en el icono «i» de información se despliegan más datos, como el tamaño en bytes, la velocidad a la que se transfirió el objeto y también su «estado», lo que permite saber si está todo bien o falta algún archivo. Una barrita junto a cada URL además indica si el servidor web está utilizando compresión o no. Es altamente recomendable activar la compresión (puede dejar una página de 100 KB en 20 KB o menos) y eso suele hacerlo el administrador del servidor web donde se alojan las páginas.

Una limitación de este tipo de analizadores como OctaGate (a WebPerf / IT Scales que es otro mis favoritos le pasa lo mismo) es que para la prueba intentan siempre cargar y contabilizan todo lo que está incluido en la página, como por ejemplo los enlaces a los feeds XML de los blogs, hojas de estilo y cosas así. En realidad los feeds por ejemplo no deben sumarse porque los usuarios suelen pedirlos aparte (no forman parte de la página). Y las hojas de estilo (y gran parte de las imágenes) solo cuentan normalmente la primera vez que se cargan, porque luego están cacheadas y el proceso es mucho más rápido.

En general para optimizar la velocidad de carga de una web se intenta reducir el número de objetos de la página, y luego el tamaño de dichos objetos y su reutilización mediante repetición para que sólo tengan que cargarse la primera vez.

(Vía SigT.)

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