Por @Wicho — 7 de agosto de 2006
El spam es un auténtico coñazo, pero el proyecto Spam Plants de Alex Dragulescu intenta sacar algo bonito de él analizando el contenido de lotes de esos mensajes y convirtiéndolos en una especie de plantas generadas por ordenador, aunque a mi me recuerdan más a las anémonas:
- La dirección IP de la que vienen determina el color.
- La hora determina si es más pequeña (por la mañana) o más grande (por la tarde).
- El tamaño del mensaje influye en lo frondosa que es la planta.
- Ciertas palabras como nigerian tienen un tratamiento especial que hace que a la planta le salgan más ramas, aunque Viagra no hace que la planta crezca más.