Por @Alvy — 12 de julio de 2016

No hace falta saber mucho de Pokémon para jugar al Pokémon Go (de hecho si probaste Ingress en su día ya tienes parte del camino andado). Basado en las clásicas historias de las pequeñas y poderosas criaturas consiste básicamente en dejar la cueva del MundoReal™ y salir al exterior (¡oh, la luz!) para ir «cazando» a los Pokémon con la app de «realidad aumentada» del teléfono móvil, que hace que se combine la imagen real con la de los muñecos.

Los jugadores son entrenadores y se organizan en grupos en «gimnasios»; una vez capturados con la Poke Ball se pueden poner a luchar a los Pokémon unos con otros – el combate se desarrollará según los poderes de cada uno de ellos. En Pokémon Go se integran las calles reales de las ciudades y las Pokéstops o «paradas» que se corresponden con monumentos y lugares de interés. Lo divertido es que hay que ir en persona a por los Pokémon que se intuyen en el mapa, lo cual da lugar a situaciones de lo más inverosímiles.

Pokémon Go

La fiebre por Pokémon Go en Estados Unidos está siendo descomunal y desmedida, con hordas de gente recorriendo las ciudades como zombies en busca de los Pokémon que hay en las diferentes calles y edificios. Ya hay hasta un rastro de leyendas urbanas medio-reales medio-no sobre gente atropellada por ir mirando a los Pokémon, otros atracados por cacos que se esconden tras donde están los pokémon o incluso situaciones más estrambóticas. También se sabe de algunos lugares «peculiares» en los que han aparecido estas criaturas virtuales: tiendas, iglesias y otros sitios privados donde por defectos en los mapas no deberían estar.

Pokémon Go funciona tanto en iOS como en Android y el juego es gratis; se venden PokéCoins dentro del juego para ampliar sus posibilidades, así como una pulsera que avisa con una vibración si hay algún pokémon cerca. Para empezar sólo hace falta registrarse con una cuenta de pokemon.com o de Google. En unos pocos días ya han surgido problemas de seguridad y privacidad en la app. El lanzamiento en Europa es inminente.

Lo que parece claro es que todo efecto negativo en forma de atolondramiento, adicción o alienación tendrá también un lado positivo: muchos gamers moverán sus culos y verán la luz para recibir vitamina D y hacer un poco de ejercicio. No hay mal que por bien no venga. Así que 3, 2, 1… ¡Pikachu, yo te elijo!

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