Todo un clásico que conviene de vez en cuando revisitar:
Un general tiene a su ejército rodeado por unos adversarios que pretenden matar a todos sus soldados. Hay dos rutas de escape, y ha de tomar una decisión, pero sabe que sucederá lo siguiente:
- A. Tomando el primer camino, salvará a 200 soldados.
- B. Tomando el segundo camino, la probabilidad de salvar a los 600 es de 1/3, mientras que la probabilidad de no salvar a ninguno es de 2/3.
¿Qué ruta debería tomar?
Ahora bien, si el problema se planteara con estas otras dos opciones...
- A. Tomando el primer camino, morirían 400 de los 600 soldados.
- B. Tomando el segundo camino, la probabilidad de salvar a todos es de 1/3, mientras que la probabilidad de que mueran todos es de 2/3.
¿Qué ruta debería tomar?
El 75% de la gente suele elegir la opción A en el primer planteamiento, pero curiosamente también el 80% de la gente elige la opción B cuando las opciones se plantean de la segunda forma.
En realidad se puede analizar que en todos los casos las opciones son equivalentes desde el punto de vista probabilístico y de teoría de juegos, que es lo que marcaría una actuación «según la lógica».
Eso indica que muchas veces en estas disyuntivas -como en la vida misma- la cuestión depende más de en qué término se haga hincapié o de cómo se exprese el problema.
Otra forma típica de plantear este dilema es con un médico que tiene un nuevo medicamento con el que puede salvar a 200 pacientes de 600, o bien otro producto experimental con el que salva con probabilidad 1/3 a todos o con probabilidad 2/3 a nadie.
Es otra interesante historia del libro Matemática, ¿dónde estás? de Adrián Paenza, que es la continuación de Matemática, ¿estás ahí?, que más de una vez hemos recomendado.
{Esta anotación fue publicada originalmente en Microsiervos en julio de 2008.}