Esta estudiante de ingeniería de sistemas y redes se llama Esmée Kramer y ha grabado un vídeo mostrando a qué ha dedicado su tiempo libre en el último año: crear un disfraz de dinosaurio mecánico. Con un poco de imaginación casi, casi, que parece «de verdad».
El resultado es tremendamente realista, y estoy seguro de que hasta Spielberg o Jim Henson estarían orgullosos. Sobre todo teniendo en cuenta que el velociraptor está fabricado con tubos de PVC baratos y ligeros, cartulina, cuerdas elásticas como las de escalada y cinta americana, algo que nunca falta.
Los cuadernos con los bocetos originales, que se pueden ver al final del vídeo dan una idea de lo laborioso del proceso, que seguramente ha incluido muchas horas de ensayo-y-error. El único problema que no parece tener solución en este disfraz casi perfecto es la articulación de las rodillas de las patas traseras (¡tsk!) Pero en definitiva es una combinación de gran trabajo mecánico y artístico al que sólo le falta una capa de material exterior y algo que permita a la titiritera poder ver lo que sucede fuera del disfraz.
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