Por @Alvy — 16 de julio de 2016

Vivimos tiempos extraños.

Y para reafirmarlo desde Nueva York llega la breve historia de esta pareja de Poképaseadores (PokéWalkers) a los que la gente paga por llevarse «sus cuentas» de paseo por el parque para atrapar algunos Pokémon, evolucionarlos y hacerse con todo el incienso, Poké Balls e incubadoras posibles. También incuban huevos y los evolucionan. Son entrenadores profesionales. Muy profesionales.

Dicen todo comenzó porque uno de ellos puso un anuncio ofreciendo sus servicios y que ahora su amigo, que se apuntó a la aventura, él y alguien más que esperan contratar pronto trabajan unas 10 horas al día paseando al aire libre. Quién sabe si les durará mucho el negocio, pero de momento parece mejor que tener el culo pegado a una silla en una oficina con luz artificial y una paga similar.

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