En la colección de viejísimos juegos retro de Archive.org a los que merece la pena darles un repaso está The Oregon Trail (La ruta de Oregón)en su versión para DOS. Lanzado comercialmente para el Apple II en 1985, este juego de Don Rawitsch, Bill Heinemann y Paul Dillenberger se escribió para el MECC (un consorcio educativo de Minnesota) originalmente en 1971, para luego darse a conocer entre 1974, 1978 y 1980 en distintas versiones, principalmente «sólo texto». Finalmente se le añadieron gráficos y se publicó en 1985 como juego independiente con gran éxito.
El juego es básicamente una simulación del viaje de una familia de colonos estadounidenses desde Misouri hasta el Valle de Willamette, siguiendo la Ruta de Oregón del Salvaje Oeste en 1848. Al principio se pone nombre a los protagonistas, se compra un carro, comida, ropa, munición y piezas de repuesto y se inicia el viaje. Esa parte requiere cierta planificación –que se aprende tras jugar varias veces– sobre qué es más importante en cada momento: un buen vehículo, la cantidad suficiente de comida, objetos para trocar con otros viajeros, etcétera.
Para hacer el viaje interesante en cada tramo del viaje surgen imprevistos: el carro se puede romper (o incendiar), los protagonistas enferman, falta la comida… Al llegar a ciertos puntos hay que elegir entre descansar, continuar o hablar con otros personajes del juego; a veces se pueden hacer trueques o comprar lo que se necesita. Una parte entretenida del juego era «salir a cazar», en la que había un poco de acción. Lo importante es que el juego está muy bien afinado –fruto de años de experiencia sin duda– y el azar se combina perfectamente con unos acontecimientos y un devenir de las cosas más o menos realista.
No es fácil acabar la Ruta de Oregón y llegar al final sin perecer de hambre o disentería (un clásico que se convirtió en meme). Es el juego de muchas generaciones que pudieron disfrutarlo hasta la saciedad en sus escuelas, en una época en la que apenas había videojuegos y en la que no mucha gente tenía siquiera un ordenador en cassa. Tras el éxito del original surgiría toda una saga con otros títulos; de hecho se dice que es el origen del subgénero de las simulaciones realistas «serias» y educativas, tipo SimCity y similares.
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