Por @Wicho — 18 de mayo de 2008

Mi nombre es legión por Roger Zelazny2 estrellas: Flojillo El hombre que no existía, también editado como Mi nombre es legión. Roger Zelazny. Edhasa 2002. ISBN: 9788435020749. En inglés: My Name is Legion.

En el año 2007 un proyecto a nivel mundial pretende recoger toda la información acerca de todo lo que hay en el mundo para poder, al menos en teoría, hacer que todo funcione mejor al tener toda la actividad humana bajo control.

El protagonista de esta novela, informático y uno de los responsables de este proyecto, comienza a tener dudas al respecto hasta el punto de que decide eliminar todos los datos acerca de él mismo antes de que sean introducidos en el sistema y, de esa manera, desaparecer.

Pero de todos modos, aprovechándose de sus conocimientos, mantiene abierto un punto de acceso a este de tal forma que puede crearse cualquier personalidad que necesite en un momento dado, lo que le vendrá muy bien para el tipo de trabajo con el que empieza a ganarse la vida, ya que para poder permanecer fuera del sistema se convierte en una especie de detective privado o, mejor aún, una especie de James Bond que tendrá que enfrentarse a varias misiones en las que se encontrará con trampas diseñadas para sabotear proyectos industriales, delfines asesinos y telépatas, e incluso un robot dotado de inteligencia y consciencia que parece haber escapado a cualquier tipo de control.

Publicada en 1976, esta novela tiene como punto de interés esa visión cuasi premonitoria del control que la informática puede llegar a ejercer sobre el mundo y sobre nosotros, pero a partir de ahí pierde rápidamente interés para convertirse en una sucesión de historias de espías no especialmente destacables, así que aunque tiene la ventaja de que se lee rápido porque son pocas páginas, me parece que es un libro bastante prescindible, aún a pesar de que el tercero de los relatos que lo componen ganó en 1976 el premio Hugo a la mejor novela corta.

Actualización 19 de mayo de 2008: Our Data, Ourselves, un pequeño artículo de Bruce Schneier muy a cuento de los datos que vamos dejano por ahí y de todo lo que cuentan de nosotros.

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