Por @Wicho — 23 de agosto de 2015

El marciano por Andy Weir

4 estrellas: engancha, aunque es un tanto previsible El marciano. Andy Weir. Ediciones B. 408 páginas.

En el sexto día de permanencia en la superficie de 31 programados una tormenta de arena que sobrepasa los límites de seguridad la tripulación del Ares 3, la tercera misión tripulada a Marte, se ve obligada a abortar.

Mientras se dirigen al módulo de ascenso que los tiene que llevar a la Hermes, la nave en la que viajaron de la Tierra a Marte, una antena, arrancada por la fuerza del viento, golpea a Mark Watney, el botánico e ingeniero mecánico de la misión.

Con el golpe este pierde pie y se lo lleva el viento.

Además, la antena ha destrozado la unidad de control de los sensores de su traje, con lo que sus compañeros, que lo siguen intentando localizar aún cuando el viento está a punto de hacer volcar el módulo de ascenso, dejan de recibir telemetría del traje de Watney y llegan a la conclusión de que está muerto y se van.

Pero resulta que Watney sólo está herido, no muerto.

Así que cuando recupera el conocimiento se encuentra solo en Marte, sin forma de comunicarse con nadie, pues la tormenta ha destrozado el sistema de comunicaciones del módulo en el que vivían en Marte, con un hábitat diseñado para ser usado durante 31 días, y con comida para unos 400 días cuando la siguiente misión tripulada al planeta rojo no tiene prevista llegar hasta cuatro años después.

Sin embargo Watney no se rinde y se pone rápidamente a maquinar la forma de estirar su comida –de cultivar comida, de hecho– todo lo que pueda mientras piensa en cómo ponerse en comunicación con la Tierra.

Para esto su formación como botánico e ingeniero mecánico le vendrá estupendo, claro, aunque muchas veces tendrá que tocar de oído.

Sin querer espoilear mucho el libro –aunque si has visto el tráiler de la película no queda mucho que espoilear– Watney se las va apañando para ir superando dificultades y mejorando sus opciones de sobrevivir; incluso se las apaña para recuperar los restos de la Mars Pathfinder y de Sojourner para poder volver a comunicarse con el control de la misión.

Pero Marte no perdona una y eso apenas será el principio de la odisea de Watney, la NASA, sus compañeros de tripulación, y algún que otro personaje que no se ve en el tráiler para intentar traerlo de vuelta a casa.

Me habían dicho que El marciano es de esos libros que te engancha, que no puedes dejar de leer, y es muy cierto.

Pero también lo es que es un tanto previsible: en un momento dado empiezas a preguntarte no ya qué va a pasarle sino cuando, pues cada vez que parece que tiene todo controlado se lía parda de nuevo en Marte.

Y tiene el problema de que muchas veces el protagonista deja sus cálculos escritos en un diario que empieza a escribir tras quedar abandonado en Marte, lo que para los lectores menos científico/técnicos puede ser un poco pesado, aunque te los puedes saltar, o al menos no prestar atención a los detalles, y seguir disfrutando de la novela.

En cualquier caso, un libro muy apetecible, y una película que habrá que ver.

Como extra bonus: una galería de imágenes de los lugares en los que se desarrolla la novela, aunque mejor para ver después de haberla leído, en All of the beautiful locations in Matt Damon's new thriller about Mars are real — here are the epic photos that prove it, y una entrevista con el autor en Would Andy Weir, author of The Martian, ever go into space? Hell no, he says in a lengthy interview. Resulta que a Andy Weir no le gusta nada volar y dice que nunca se subiría en un cohete.

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