Por @Wicho — 14 de marzo de 2009

Los hombres que no amaban a las mujeres por Steig Larsson2 estrellas: Entretenido pero muy previsible Los hombres que no amaban a las mujeres Stieg Larsson. Ediciones Destino, 2008. Español. ISBN: 9788423340446.

Ojo: Esta reseña contiene pequeños spoilers, así que si aún no has leído la novela quizás no quieras seguir adelante.

Henrik Vanger es lo más parecido a un patriarca que tiene la disfuncional y otrora poderosísima familia Vanger, y con 82 años cumplidos y ya prácticamente retirado le sigue atormentando la desaparición 36 años atrás de su sobrina Harriet, que para él era como una hija.

No sólo le reconcome el hecho de su desaparición, sino el que cada año por su cumpleaños desde que Harriet desapareció ha seguido recibiendo una flor seca para enmarcar, justo el regalo que siempre le hacía su sobrina antes de desaparecer.

Así que aprovechando que el periodista Mikael Blomkvist pasa por un delicado momento en su carrera profesional Henrik consigue convencerlo para que con la disculpa de escribir su biografía acepte el dar un repaso a todo el material que ha acumulado a lo largo de los años relacionado con la desaparición de Harriet con la esperanza de descubrir quien la asesinó, ya que está convencido de que eso es lo que realmente sucedió.

Primero a regañadientes y luego cada vez con más interés y con la ayuda de Lisbeth Salander, Mikael se va metiendo en la historia pasada y sobre todo reciente de la familia hasta descubrir no sólo lo que hay detrás de la desaparición de Harriet sino una escabrosa historia de la que nadie había sospechado nunca y, de paso, conseguir reivindicar su carrera profesional y poner su reputación y la de la revista Millennium, de la que es socio fundador y que da nombre a la trilogía de novelas que lo tienen como protagonista, por las nubes.

La novela en sí es entretenida, y me he ventilado sus casi setecientas páginas en poco tiempo, pero la verdad es que es muy previsible y el personaje de Blomkvist no me ha parecido otra cosa que el típico protagonista masculino estereotípico: Listo, brillante en su trabajo, un imán para toda mujer que se le acerque, etc…

De hecho en un momento dado amenacé a Little Sadie, quien me prestó el libro, con dejar de leerlo si Blomkvist se iba a la cama con otro personaje femenino más (lo que por supuesto sucedió).

El personaje de Lisbeth también es de manual en cuanto a su inadaptación social.

Incluso los recursos que utiliza el autor a la hora de contar la historia son bastante típicos. Cualquiera que haya visto Seven o algunos capítulos de series como Mentes criminales identificará al momento de qué se trata el elemento que llevará a Mikael y Lisbeth a desentrañar el cogollo de la historia, algo que el detective encargado de la investigación no fue capaz de descifrar -se ve que no ve la televisión-.

A la novela también le habría venido bien que un editor le diera algún que otro tijeretazo, ya que hay un montón de texto que en realidad le sobra como por ejemplo la descripción de un software que Mikael usa en un momento dado, incluido el URL -real- de la web de donde se puede descargar, las especificaciones técnicas de un PowerBook G4 de 17 pulgadas que Lisbeth se compra o cosas como lo que el protagonista se traía en la bolsa de la compra del Konsum.

De todos modos, lo peor es que estoy convencido de que cuando Little Sadie venga con la segunda novela de la trilogía picaré y me la leeré, aunque dado que el autor murió de un ataque al corazón a los pocos días de entregar el tercer volumen no corremos el peligro de que esto se convierta en una trilogía de esas que crecen y crecen.

Por cierto que por algún motivo, imagino que por decisión de la editorial, el título del libro está cambiado respecto al original, que es Los hombres que odiaban a las mujeres.

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