Por @Alvy — 19 de enero de 2025

Atlas del espacio: una visualización interesante de nuestro vecindario en el Sistema Solar

Esta visualización, llamada Atlas of Space es elegante, cómoda e interesante, y además en 3-D, aunque la visualización paralela al plano de la elíptica sea la más práctica. Muestra nuestro Sistema Solar con todos los planetas, lunas y asteroides que por ahí orbitan.

Además de los movimientos y el zoom se puede hacer clic sobre cada objeto para ver sus datos básicos. Unos botones de avance y retroceso en la parte izquierda permiten hacer pasar el tiempo a un ritmo variable, desde 1 segundo por segundo (tiempo real) a 3 años por segundo, lo cual es un poco locura, excepto para los planetas exteriores más lejanos.

De cada planeta se muestran los datos básicos: masa, radio, periodo orbital y demás, incluyendo una lista con todas sus lunas principales. Y lo mismo con los planetas enanos, como Plutón, o los objetos trans-neptunianos, como FarFarOut (2018 AG37) que yo no sabía ni que existiera, y que está a 132 veces la distancia que hay entre el Sol y la Tierra.

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Por @Wicho — 17 de enero de 2025

Esta pasada noche SpaceX llevaba a cabo el séptimo lanzamiento de un Starship, que a la vez será el primer lanzamiento de un Starship mejorado o Bloque 2, también conocido informalmente como v2. Aunque no sea una denominación de lo más afortunada a la hora de hablar de cohetes. Pero la pérdida de la segunda etapa a los pocos minutos de despegue lo han convertido en un inesperado fracaso para la empresa. Probablemente el peor desde que empezaron los lanzamientos de este cohete. Por mucho que su filosofía sea probar rápido y fracasar rápido.

La idea era que unos minutos después del lanzamiento del Starship formado por el Booster (o Super Heavy) 14 y el Starship 33 –sí, es un lío que el cohete entero y la segunda etapa compartan nombre– la primera etapa, cumplida su misión, intentara volver a tierra para que la capturaran los palillos de la torre de lanzamiento. Para esto los sensores de los palillos habían sido reforzados para evitar que resulten dañados por la potencia del cohete, lo que impidió intentar la recuperación durante el sexto lanzamiento.

La segunda etapa, por su parte, seguiría ascendiendo hasta alcanzar velocidad orbital pero en una trayectoria suborbital que la tenía que haber llevado a un amerizaje vertical en el Océano Índico.

De camino al Índico iba a intentar por primera vez liberar diez satélites Starlink –simulados en este caso– una vez en el espacio. Pero ni el Starship –es decir, la segunda etapa del cohete– ni los satélites simulados entrarán en órbita ya que la trayectoria es deliberadamente suborbital para no dejar basura en el espacio. También iba a probar a encender uno de sus motores Raptor un par de veces.

Seguir leyendo: «Inesperado fracaso del séptimo lanzamiento del Starship de SpaceX con la ¿auto? destrucción de su segunda etapa»

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Por @Wicho — 16 de enero de 2025

[Anotación en actualización]

Blue Origin, la empresa para cosas del espacio de Jeff Bezos, el de Amazon, acaba de lanzar con éxito su primer cohete New Glenn. Es el primer lanzamiento orbital de la empresa desde que fuera fundada el 8 de septiembre de 2000. Este primer lanzamiento llega con aproximadamente cuatro años de retraso sobre la previsión inicial cuando Blue Origin presentó el New Glenn en 2016, que era 2020.

El New Glenn es un cohete de dos etapas con 98 metros de alto y siete de ancho. Está propulsado por siete motores BE-4 de metano y oxígeno líquidos en la primera y por dos BE-3U, también de metano y oxígeno líquidos en la segunda. Su capacidad es de hasta 45 toneladas a órbita baja terrestre, 13,6 a órbita de transferencia geoestacionaria, y siete hacia la Luna.

El objetivo primario del lanzamiento era poner en órbita la segunda etapa del cohete, que llevaba a bordo una demostrador de la plataforma Blue Ring, y ese objetivo fue cumplido sin problemas, lo que no está nada mal para un primer lanzamiento. Y es que no se trata sólo de despegar de una pieza sino que también tiene que ir bien la separación de las etapas y el encendido de los motores de la segunda, por no hablar de que el sistema de guiado tiene que funcionar correctamente.

La carga útil de este primer lanzamiento ha sido el Blue Ring Pathfinder. También iba un simulador de masa de 20 toneladas a bordo del cohete.

Blue Ring Pathfinder es un demostrador de la plataforma Blue Ring de la empresa. Su función en este primer lanzamiento era validar las capacidades de comunicación de la plataforma desde órbita hasta tierra, la telemetría, el hardware de seguimiento y control, y su seguimiento desde tierra. El pathfinder no se separará de la segunda etapa del New Glenn durante las seis horas previstas de misión.

El objetivo secundario, que era recuperar la primera etapa, que desde el principio ha sido diseñada para ser reutilizable, no se ha podido cumplir. Aunque parece que por poco, ya que sí llevó a cabo la maniobra de reorientación y frenado que tenía que haberla llevado al espaciopuerto flotante Jacklyn para aterrizar en él.

No hay fecha todavía para el segundo lanzamiento del New Glenn más allá de que será en primavera, aunque por supuesto antes habrá que analizar los datos obtenidos hoy para ver qué ajustes son necesarios.

Vista desde un punto elevado de la factoría en la que se ven distintos componentes de los cohetes
La factoría de producción de los New Glenn en Florida – Blue Origin

Aparte de demostrar el funcionamiento del cohete, este lanzamiento ha servido como el primero de los dos vuelos de certificación necesarios para que la Fuerza Espacial de los Estados Unidos pueda utilizar el New Glenn para sus lanzamientos.

Y también para demostrar a clientes que ya tienen contratados lanzamientos como por ejemplo la NASA, Amazon con su proyecto Kuiper para crear una constelación de satélites de acceso a Internet, y AST SpaceMobile, que está creando otra constelación para dar cobertura de telefonía móvil en todo el mundo, que probablemente todo salga bien cuando sea su turno.

Pero en cualquier caso, una gran éxito para Blue Origin. Pocas veces en la historia se ha conseguido poner en órbita un cohete al primer intento.

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Por @Wicho — 15 de enero de 2025

Gaia en el espacio frente a un fondo ocupado parcialmente por uno de los brazos de la Vía Láctea y un montón de estrellas
Impresión artística de Gaia en el espacio – ESA

Casi agotado su combustible de maniobra, el telescopio espacial Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA), lanzado el 19 de diciembre de 2013, hizo hoy sus últimas observaciones tras casi once años en servicio. La duración prevista de la misión era de cinco años.

Pero aunque termine su carrera activa, Gaia deja atrás más de tres billones de observaciones de unos dos mil millones de estrellas y otros objetos que seguirán siendo utilizadas en el futuro como fuente para nuevos trabajos científicos. De hecho aún están previstas dos publicaciones más de datos, una en 2026 y otra a finales de esta década, conocidas como DR4 y el catálogo final DR5 respectivamente.

Con ellas no hará sino aumentar el legado de esta misión, que ya en la actualidad está sirviendo como fuente para la publicación de cientos de trabajos cada mes:

La descripción
Citas por mes – Tristan Cantat-Gaudin vía Emily Hunt

Los datos recogidos por Gaia son de libre acceso.

Para llevar su misión Gaia ha utilizado de dos telescopios extremadamente precisos, con una resolución equivalente a la de poder ver una moneda de un euro en la superficie de la Luna desde la Tierra. También tienen una gran sensibilidad, pues son capaces de captar la luz de estrellas 500.000 veces más tenues de lo que somos capaces de ver a simple vista.

Estos dos telescopios recogen la luz proveniente de las estrellas y la apuntan a una cámara de 1.000 millones de pixeles que la analiza con tres instrumentos distintos: ASTRO, que fija la posición de cada una de las estrellas que ve; el espectrómetro de velocidad radial o RVS, que mide la velocidad a la que cada una se aleja o se acerca de nosotros; y el BP/RP, que captura un espectro en baja resolución de cada estrella, lo que permite saber su temperatura, masa, y composición química.

Aunque antes de analizar la luz que captan los telescopios los ordenadores de a bordo seleccionan previamente una serie de pixeles alrededor de cada una de las estrellas para analizar. Esta estrategia evita tener que procesar más información de la necesaria. Pero aún así Gaia produce unos 50 gigas de datos al día.

Esto le ha permitido lograr su principal objetivo, que era elaborar el mapa más extenso y preciso de la Vía Láctea. Eso nos ha permitido a su vez conocer mejor su historia y se revisado ideas básicas como por ejemplo la rotación de la barra central de nuestra galaxia, la deformación de su disco, la estructura detallada de los brazos espirales y el polvo interestelar cerca del Sol.

Durante su misión Gaia también ha detectado otros objetos como asteroides en nuestro sistema solar y galaxias y cuásares fuera de ella, e incluso un tipo nuevo de agujeros negros.

En unas semanas será movido a una órbita órbita heliocéntrica definitiva, lejos de la esfera de influencia de la Tierra, para evitar cualquier daño o interferencia con otros otros observatorios, presentes y futuros, que vayan a estar en el punto de Lagrange L2 del sistema Sol–Tierra en el que ha operado estos años. Pero mientras se llevarán a cabo una serie de pruebas para recoger datos sobre el comportamiento de determinadas tecnologías tras doce años en el espacio, datos que servirán para ayudar a diseñar futuras misiones espaciales.

Después de esto Gaia será apagado el 27 de marzo de 2025.

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