Por @Wicho

La EEI flotando en el espacio con la Tierra y el negro del espacio como fondo
La Estación Espacial Internacional fotografiada el 4 de octubre de 2018 por la tripulación de la Expedición 56 desde la Soyuz MS-08 – Roscosmos/NASA

Desde que Donald Trump tomó posesión del cargo de presidente de los Estados Unidos el pasado 20 de enero no hay día, hora, o casi minuto en los que Elon Musk no cree alguna polémica. La inmensa mayoría se salen de los temas que cubrimos en esta casa así que no salen aquí.

Pero lo de que ayer llamara retrasado a Andreas Mogensen, el astronauta danés de la Agencia Espacial Europea (ESA) que, entre otras cosas, ha sido comandante de la Estación Espacial Internacional (EEI), y que luego, cabreado, pidiera el fin de la EEI en dos años es para nota. Y muy de los temas de los que hablamos aquí.

Captura de pantalla de la conversación en TwitterTodo comenzó cuando Mogensen, ante las afirmaciones –sin pruebas– de Musk de que la administración Biden había dejado abandonados en la Estación a Butch Gilmore y Sunita Williams por motivos políticos y que de hecho había rechazado una oferta de SpaceX de enviar una Dragon a buscarlos. Esto es algo con lo que Musk y Trump ya habían estado mareando la perdiz.

En realidad, después de que la NASA decidiera que Wilmore y Williams no iban a volver a tierra en la Starliner debido a todos los problemas que tuvo la cápsula en el viaje de ida, el plan era –y es– que vuelvan a casa en la Dragon de la misión Crew 9. Esto se sabe desde finales de agosto de 2024, antes de que se celebraran las más recientes elecciones en los EE.UU.

Mogensen le dijo a Musk que su afirmación era mentira. Y que además era especialmente sangrante que la hubiera soltado alguien que se queja de la falta de credibilidad de los medios tradicionales. Pero como Musk lleva muy mal que cualquiera le contradiga es cuando terminó llamándolo retrasado. Completamente retrasado, para ser exactos. Esto sucedía algo antes de las cuatro de la tarde, según la hora peninsular española.

Y aproximadamente a las seis de la tarde Musk tuiteaba que es hora de empezar los preparativos para deorbitar la Estación Espacial Internacional, que ya ha servido su propósito y que hay muy poco más que podamos aprender de ella. Que vayamos a Marte. A la pregunta de Scott Manley de que para cuándo propone eso, Musk decía que la decisión corresponde al presidente. Pero que si por él fuera, en dos años.

Como siempre, Musk cuenta las cosas a su manera. Esos preparativos ya han sido empezados. De hecho SpaceX, su empresa, es la que se ha llevado el contrato para construir la nave que se encargará de deorbitar la EEI de forma controlada. Y esto se sabe incluso desde antes de que la NASA decidiera que la Starliner iba a volver a casa vacía. Y es de suponer que Musk también lo sabe.

Pero además la Estación Espacial Internacional, como su propio nombre indica, es internacional, así que como poco habría que ver qué opinan el resto de los socios. Y –al menos hasta ahora– la NASA y las otras agencias que colaboran en la Estación quieren mantenerla en servicio como poco hasta 2030.

Por no hablar de que el Starship, parte fundamental de los planes de Musk para establecer una colonia en Marte –que fallarán– tan siquiera ha conseguido entrar en órbita. Y lo de demostrar la transferencia de propelentes entre Starships o montarles un sistema de soporte vital que permita que sus tripulaciones lleguen vivas a Marte ya tal.

Así que lo más probable es que esto no quede más que en otra rabieta más de Musk. Aunque como tiene a Trump tan encantado de haberlo conocido pues a saber qué deciden. Claro que si Trump le hiciera caso a Musk a pesar de lo que digan el resto de las agencias –la ESA ya ha dicho que las decisiones sobre la EEI se toman entre todos– eso implicaría dejar la órbita baja terrestre a China. Y eso quizás no sea del todo del gusto de Trump.

Aunque lo dicho, con estos dos, a saber.

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Por @Wicho

Retrato de Jesús CallejaNo es que sea ningún secreto porque de hecho lleva semanas sino meses promocionando el asunto en redes sociales y medios de comunicación. Pero el que la empresa lo haya confirmado ya lo hace como más oficial: Jesús Calleja volará al espacio en la próxima misión tripulada de Blue Origin.

Con esto Calleja se convertirá en el segundo español en ir al espacio. O tercero si contamos a Miguel López-Alegría. Y adelanta por la derecha a Pablo Álvarez. Aunque la misión de Pablo, cuando tenga lugar, será orbital y con una duración de seis meses. Así que la comparación no es realmente justa. Como dice Daniel Marín, quienes vuelan con Blue Origin son más bien «suborbinautas».

Junto con Jesús Calleja volarán otras cinco personas, aprovechando así al máximo la capacidad de la cápsula. La fecha del lanzamiento aún no ha sido anunciada. Pero seguro que nos enteramos con tiempo.

Hay una serie documental en Amazon Prime sobre todo esto, Calleja en el espacio, de la que están disponibles los dos primeros capítulos. El tercero, con el viaje en sí, saldrá después del lanzamiento.

Será un lanzamiento suborbital, como todos los lanzamientos tripulados anteriores de Blue Origin, así que apenas estarán unos minutos en el espacio y en caída libre. Pero estarán en el espacio, lo que me da mucha envidia, la verdad sea dicha. Y eso que no debo quejarme mucho, pues hace años pude hacer un vuelo en «gravedad cero».

La misión, bautizada como NS-30, será, como su propio nombre indica, el lanzamiento número 30 de un New Glenn. Será también la décima misión tripulada de Blue Origin.

Por cierto que aunque sabía quién es no ha sido sino hasta que se empezó a hablar de él como participante en una misión al espacio que he empezado a seguirle un poco la pista a Calleja. Y me encanta su decidida postura anti pseudociencias y conspiranoias varias.

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Por @Alvy

Astro App: una forma de explorar el cielo nocturno de forma personalizada

Astro App es un proyecto de astronomía de Shrivu Shankar que combina varias de sus aficiones, entre ellas el aprendizaje automático y la inteligencia artificial. La idea de la app es construir una pantalla personalizada con lo que puedes ver en el cielo nocturno desde tu ubicación. Todo comienza indicando dónde estás en un mapa.

La app indica qué planetas, estrellas, galaxias y nebulosas se pueden ver desde el sitio en que te encuentras, tanto por su ubicación como por su visibilidad. Hay una gráfica que indica la posición exacta, o puedes verlo en 3D o simplemente con su azimuth (ángulo hasta el norte geográfico) y altitud sobre el terreno. Hay un color para cada tipo de objeto estelar. La IA integrada es la que calcula qué se ve y cómo se ve.

Naturalmente, necesitas tener un cielo limpio para poder ver algo, así que olvídate si estás mirando desde alguna ciudad, porque las luces ambientales, farolas y edificios impedirán que veas un pepino. Pero si te alejas y estás en el campo, la playa o mejor aún en algún lugar montañoso elevado podrás ver no solo los planetas sino con un poco de suerte grupos de estrellas, nebulosas y quizá alguna galaxia. No como se suele pensar sino tal vez como luz difusa. Pero algo es algo.

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Por @Wicho

Esta pasada noche un Falcon 9 de SpaceX ha puesto en órbita de transferencia geoestacionaria el SpainSat NG I, el satélite artificial más avanzado que haya lanzado nunca España.

Se trata de un satélite de comunicaciones que dará servicio a las fuerzas armadas, aunque también a a países amigos y a organismos internacionales como la OTAN y la Comisión Europea en el marco del programa GOVSATCOM. Una de sus características principales son sus antenas activas y su radio definida por software, lo que permite reconfigurarlo prácticamente sobre la marcha según las necesidades del momento.

El SpainSat NG I se colocará en una órbita geoestacionaria en la posición 29E, aunque aún tardará entre cinco y seis meses en llegar. Se espera que entre en servicio en el segundo semestre de este año. En otoño de este año será lanzado el SpainSat NG II, que se colocará en la posición 29O.

De esa forma entre ambos darán cobertura a unos dos tercios de la superficie de la Tierra desde los Estados Unidos y Sudamérica, hasta Oriente Medio, incluyendo África y Europa y llegando hasta Singapur. Una vez en posición y en servicio sustituirán al SpainSat y al XTAR-EUR.

Los sos satélites en el espacio, con sus paneles solares y antenas desplegados, flotando frente a un fondo estrellado. A la derecha se puede ver la atmósfera de la Tierra iluminada por la luz del Sol oculto justo detrás de ella, lo que crea un resplandor
Impresión muy artística de los SpainSat NG en órbita – Airbus Defence & Space y Thales Alenia Space

El objetivo del programa SpainSat NG es proporcionar comunicaciones seguras vía satélite con la máxima protección contra interferencias u otras amenazas, incluida una explosión nuclear a gran altura, algo contra lo que llevan protección específica.

La construcción de ambos satélites ha sido liderada por Airbus Defence & Space y Thales Alenia Space, aunque también han colaborado en el proyecto las principales firmas españolas del sector espacio. Serán operados por Hisdesat. Su vida útil será de al menos 15 años.

El SpainSat NG I no sólo es un satélite muy avanzado tecnológicamente sino que también es bastante grande, pues pesa algo más de 6 toneladas y mide 7,3 metros de altura por 2,7 de ancho. Con lo que la primera etapa del Falcon 9, que volaba en su misión número 21, necesitaba de toda su potencia para ponerlo en órbita. Así que no ha sido posible su recuperación. RIP B1073.

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