Rebecka Taule rinde homenaje al número pi en este cortometraje animado. La redonda constante, presente por todas partes en la naturaleza física de nuestro mundo, se transforma en bellas animaciones y movimientos casi de ballet bajo su batuta. Da igual si se trata de formas geométricas, ondas o leyes como la de la gravitación universal: ahí está siempre π, la redonda constante. La belleza de los números, dice ella.
Resulta simpático que en esta pieza se haya pasado del preámbulo «basado en hechos reales» al «basado en conceptos matemáticos verdaderos» y es que se ve que la autora ha hecho bien los deberes y todas las cuestiones que plantea y comenta son matemática y visualmente correctas.
A mi una de las que más me ha descolocado –y que desconocía– es la que habla de que no sólo no se conoce un patrón en los dígitos de pi (en otras palabras: parece ser un número normal) sino que además «no se puede demostrar en una cantidad finita de tiempo que no exista dicho patrón». Esto intuyo que tiene algo que ver con que esa demostración de la normalidad de π sea un problema del tipo NP-completo, pero mis escasos conocimientos matemáticos no dan para tanto. Investigaremos.
Como bonus Taule se ha permitido el lujo de contar con una composición musical a modo de banda sonora que está basada en el número pi expresado en base 12. El autor es Jim Zamerski.