Aunque seguimos haciendo méritos como auténticos imbéciles para destruir nuestro planeta consumiendo y contaminando todos sus recursos, los seres humanos parecemos ser al mismo tiempo los únicos capaces de resolver los problemas del planeta Tierra de forma consciente e inteligente.
Si sobreviviremos como raza o no, o acaban otorgándonos una especie de premio Darwin cósmico tras ese corto e insignificante periplo de autodestrucción de unos cuantos milenios, es algo que está por ver.
De momento, estamos a punto de batir un hito relevante: el de los 7.000 millones de seres humanos conviviendo –mal que bien– en todos los territorios del globo terráqueo.
En la curiosa página de los Worldometers (Mundómetros) se puede ver cómo el contador de la población mundial avanza rápido e inexorable, al ritmo de unas 200.000 nuevas vidas netas cada día: nacen en total unos 330.000 seres humanos, pero mueren otros 140.000.
Dentro de unos pocos días –hacia finales de mes, más o menos– debería superarse el hito de los 7.000 millones, que supongo será aprovechado por la ONU o algún organismo para algún tipo de celebración. ¿Tal vez un viaje alrededor del mundo o algo así para el bebé agraciado?
