Por Nacho Palou — 14 de agosto de 2002

La cafeína recibe varios nombres (entre otros: teína, metaína y guaraná —así que por mucho que mole el anuncio que no te vendan la moto que es lo mismo) y puede tener composiciones químicas distintas aunque siempre es básicamente lo mismo. Científicamente se llama trimetilxantina y su fórmula principal es la que da título a este texto. En su forma pura, aisalada, la cafeína es un polvo blanco y cristalino de sabor muy amargo que se obtiene principalmente durante el proceso de descafeinado del café y té.

En medicina se utiliza como estimulante cardíaco y diurético (aumenta la producción de orina) y con fines menos científicos se utiliza en muchos tipos de bebidas para potenciar la energía física y el estado de ánimo, así como para permanecer más tiempo despiertos [recuerdos de la época de estudiantes aquí] y más espabilados si uno se ve obligado a pemanecer despejado más tiempo del que voluntariamente querría.

Estrictamente hablando, la cafeína es una droga adictiva (en su forma más extendida, el café —aunque también se encuentra en el té y el chocolate, por ejemplo) que estimula el cerebro de forma similar a como lo hacen las anfetaminas, la cocaína y la heroína —aunque de una forma más suave.

Fuente
La Adicción al Café
FAQ about Caffeine

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