Anthony David es el creador de Next 2100, una cápsula del tiempo pensada que la época actual no se pierda en el olvido. En vez de guardar en ella objetos físicos cotidianos la propuesta es guardar contenidos digitales que sólo podrán ser recuperados en el año 2100, justo cuando acabe el siglo.
Cada mensaje que se envíe a través de la web preparada al efecto puede contener un vídeo de hasta 60 segundos, tres fotos y un texto de 800 caracteres. Además se puede incluir información personal opcional (nombre, edad o enlaces a redes sociales) para que te identifiquen en el futuro… Aunque no sé yo si en 2100 existirán Facebook o Instagram, la verdad.
Cuando se llene la cápsula se guardará en un banco (¿existirán los bancos en 2100?) y el 2 de enero de 2100 se publicarán. En teoría hay sitio para mensajes de 2,1 millones de personas.
A mi personalmente me fascinan sobremanera las cápsulas del tiempo. A diferencia de la de este proyecto la gente guarda sus objetos físicos cotidianos (periódicos, libros, billetes, ratones de ordenador…) para que sean recordados en algún momento. Hay muchas cajas de estas en todo el mundo, y de hecho incluso hay una en mi barrio, con el plus de que tiene más de un siglo y ya nadie se acuerda de dónde está, así que hay que buscarla.
Eso sí, el precio del billete para este viaje a lo largo del siglo XXI no es barato: 21 dólares, concretamente.
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