Por @Wicho — 5 de enero de 2012

Dentro de los muchos problemas que tiene, uno de los aspectos más criticados de la Ley Sinde-Wert es que una comisión administrativa, en concreto la Sección Segunda de la Comisión de Propiedad Intelectual, puede decidir el cierre de una página web sin que ningún juez intervenga de forma efectiva en el proceso.

Diagrama por Javier Prenafeta

Tal y como se puede leer en la anotación Procedimiento de salvaguarda de derechos de propiedad intelectual de acuerdo con la Ley Sinde de Javier Prenafeta, de donde sale la ilustración anterior, un juez sólo interviene en dos momentos del procedimiento:

  1. Para autorizar la cesión de datos por parte de un intermediario (un proveedor de acceso, para entendernos) para que la comisión pueda identificar al titular de un sitio web contra el que se esté actuando, pues de otra forma este no podría hacerlo pues la Ley 25/2007, de 18 de octubre, de conservación de datos relativos a las comunicaciones electrónicas y a las redes públicas de comunicaciones lo prohíbe.
  2. Para hacer que se ejecute la resolución del procedimiento.

Es decir, que nunca entra a valorar si realmente se están infringiendo derechos de autor ni si la persona contra la que se dirige el procedimiento ve sus derechos fundamentales vulnerados.

Y eso que esta versión del reglamento de la ley, aprobado el pasado día 30, al menos hace el paripé de nombrar a los jueces en ese par de pasos, algo que en las primeras versiones no ocurría.

Pero además este reglamento permite a la comisión dictar resoluciones sobre las denuncias que reciba aún cuando se trate de un caso que ya estuviera en manos de un juez, con lo que se salta lo que se denomina prejudicialidad penal.

Con esto, según dice Javier, no parece descabellado que se pueda plantear una cuestión prejudicial, lo que dejaría paralizada la aplicación de este procedimiento hasta que el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas valore si es conforme o no a las normas europeas.

Hay que ver cómo han cambiado las cosas en doce meses:

Parece que lo único importa es tener contentos a los Estados Unidos aunque se demuestre día a día que los argumentos del ministro Wert para haber firmado esta ley son mentira.

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