Por @Wicho — 2 de agosto de 2004

Parece que a las líneas aéreas ya no les basta con demonizar los teléfonos móviles y otros aparatos que emitan radiaciones electromagnéticas -siempre y cuando no les supongan pingües beneficios, claro- y que ahora vamos a tener que tener mucho cuidado con lo que escribimos a bordo.

El martes pasado un tripulante de cabina de pasajeros de un vuelo de United Airlines con origen en Sydney y destino Los Angeles encontró una bolsa de las que se utilizan para vomitar en un lavabo del avión en la que alguien había escrito BOB, y en lugar de suponer que era el nombre de alguien -Bob es el diminutivo de Robert- o recordar que es una expresión que usan las propias tripulaciones para referirse a un pasajero o pasajera guapos -best on board, babe on board- interpretó que esas tres letras querían decir bomb on board -bomba a bordo- y corrió a contárselo al capitán, quien también creyó que esa interpretación podía ser cierta y decidió volver a Sydney.

Supongo que el piloto no habrá tomado esa decisión a la ligera, y que verse en medio del Pacífico con una amenaza de bomba a bordo debe asustar bastante, ¿pero realmente tenía el piloto motivos para aceptar la teoría de la bomba?

¿O es que se dejaron llevar por el miedo en lugar de pensar la cosa con un poco de lógica y sangre fría?

Bruce Shneier opina que simplemente se dejaron llevar por el miedo, probablemente porque se está dejando la seguridad en manos de personas con entrenamiento escaso y/o inadecuado a las que se les está metiendo demasiado miedo en el cuerpo, y eso es muy malo.

No temeré al miedo.
El miedo mata la mente.
El miedo es la pequeña muerte que conduce a la destrucción total.
Afrontaré mi miedo.
Permitiré que pase sobre mí y a través de mí.
Y cuando haya pasado, giraré mi ojo interior para escrutar su camino.
Allá donde haya pasado el miedo ya no habrá nada.
Sólo quedaré yo.
La decisión del piloto ha tenido un coste de unos 100.000 dólares, aparte de la incomodidad para los pasajeros y problemas de reajuste de recursos en United, el lío organizado en el aeropuerto de Sydney…

Y una vez más se ha tratado de una falsa alarma, como ya ha sucedido en otras muchas ocasiones, y a este paso el día que una amenaza sea cierta nos pasará como a Pedro con el lobo.

Además, cualquier terrorista o chalado se pueden dar cuenta de que en estas condiciones para provocar un aterrizaje de emergencia basta con tener un bolígrafo a mano y escribir BOB o algo similar en un papel.

¿Te imaginas subiendo a un avión cantando aquello de la «Boooooombaaa!» de King Africa?

Tal y como están las cosas, puedes acabar en Guantanamo.

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