Por @Wicho — 30 de junio de 2006

Nacho Escolar escribe en su artículo Canon digital: el unánime absurdo, entre otras cosas, acerca del hecho de que la recién aprobada Ley de Propiedad Intelectual establece por ley (antes era un acuerdo entre los fabricantes de soportes y la SGAE) un canon que hemos de pagar al comprar cada CD o DVD vírgenes a cambio de nuestro derecho a la copia privada.

Con los CDs de audio no hay problemas y ahora nadie nos puede decir nada -en realidad antes tampoco- por hacer una copia para el coche, otra para guardar en la oficina por si se incendia nuestra casa, otro para nuestro hermano, etc, pero como todos sabemos, resulta que los DVDs vienen con sistemas anticopia que impiden ejercer ese derecho sin recurrir a utilidades que permitan saltárselos y cuyo uso podría acarrear sentencias de cárcel.

Para Nacho, dado que evidentemente los estudios cinematográficos no tienen ninguna intención de empezar a vendernos discos sin estos sistemas anticopia,

La situación es absurda: se prohíbe la copia pero se cobra un canon por la copia.
Pero a mi, la verdad, es que me da la poderosísima impresión de que en realidad ahora nos van a timar por ley:
timar.

1. tr. Quitar o hurtar con engaño.
2. tr. Engañar a alguien con promesas o esperanzas.
3. prnl. coloq. Dicho de los enamorados: Entenderse con la mirada, hacerse guiños.
Y permitidme que no entre aquí en el debate de por qué tengo que pagar el canon para comprar los discos en los que hago las copias de seguridad de mi trabajo, mis fotos, o los DVDs de las fiestas de cumpleaños de mis hijos.

Me da miedo ponerme a pensar en lo que puede pasar en este país si a las «telecos» de por aquí les da por pedirles a los políticos que les hagan una ley que les permita hacer lo que les de la gana con los accesos a Internet.

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