Por @Alvy — 28 de diciembre de 2018

En este vídeo de DesignBoom y el artículo al respecto se puede ver cómo el equipo de 100architects ha transformado algunas viejas cabinas telefónicas de Shanghái en nuevos espacios útiles, molones y apropiados para los tiempos que corren. Las llaman Cabinas Naranjas y tienen de todo: wifi, asientos, mesa, cargadores USB, revistero, luces de lectura y (cómo no) un «teléfono de emergencias». Y son altamente instagrameables.

Y es que en todas partes pasa igual: tal y como contaban en El País y otros medios esta semana, en España el Gobierno ha indultado por los pelos a las cabinas telefónicas que deberían desaparecer a 31 de diciembre, considerándolas «servicio universal». En televisión contaban los reporteros cómo en algunos barrios y pueblos los vecinos se han negado a que se retiraran, por considerarlas algo «entrañable» e incluso de «valor histórico».

La solución de Shanghái puede ser algo intermedio: dejarlas vivir pero transformadas. Las cabinas tradicionales ya no son negocio (ni siquiera redondeando a favor de la banca). Aunque «transformadas» hay mucho cachondeo con ellas, en su estado actual la mayor parte están vandalizadas y no funcionan. Repararlas es casi una labor artesanal y vintage, como sucede en Nueva York, donde hace tres años sólo quedaban 3.000. En España todavía quedan 15.000, de las que probablemente estaría bien conservar una parte «de recuerdo» y el resto transformar en algo más útil – o directamente eliminar, que mobiliario urbano suele haber ya en exceso en las ciudades.

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