Por @Wicho

Le estuve echando un ojo a la comparecencia de Jared Isaacman frente al Comité de Comercio del Senado de los Estados Unidos de cara a su nombramiento como director de la NASA. Como era de esperar, supongo, ha prometido la Luna, Marte y lo que haga falta a los senadores que lo entrevistaron. Así que no creo que tenga ningún problema a la hora de conseguir el puesto.

Pero aunque creo que es la persona con mejores cualificaciones de todas las que ha nombrado o propuesto Trump para altos cargos en su segundo mandato también creo que no es la persona adecuada para el puesto.

Me explico: no hay ninguna duda de que a Isaacman le apasionan la aeronáutica y el espacio, los dos campos principales de actuación de la NASA. Ya sabes, son las siglas en inglés de Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio.

De hecho tiene un grado en aeronáutica y es un experimentado piloto, con más de 7.000 horas de vuelo en aviones de varios tipos. Es, además, el fundador de Draken International, una empresa que vuela aviones militares de todo tipo como servicio para el entrenamiento del personal de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos y empresas de defensa.

Por otro lado, no ha tenido problemas en invertir parte de su fortuna personal en financiar dos misiones tripuladas al espacio, Inspiration4 y Polaris Dawn, que han sido, respectivamente, la primera misión tripulada privada al espacio y la primera misión espacial privada en incluir un paseo espacial. El programa Polaris incluye además otras dos misiones, una más en una Crew Dragon y otra que sería la primera misión tripulada de un Starship. Aunque no está nada claro que Isaacman vaya a volar en estas dos si consigue el puesto.

Pero una cosa es que seas un aero y espaciotrastornado de tomo y lomo y otro que vayas a ser capaz de moverte en un ambiente en el que no sólo la tecnología sino también –y probablemente en grado aún mayor– la política rige muchas de las decisiones. De hecho Isaacman reconocía estos días que es nuevo en todo esto y que aprende día a día.

En cualquier caso, como decía arriba, Isaacman no tuvo problemas en decir que sí a todo lo que le preguntaron en el comité. Su postura es, básicamente, que la NASA puede hacerlo todo con su presupuesto actual. Y todo no es poca cosa: es volver a la Luna con una misión tripulada al tiempo que avanzan en una misión tripulada a Marte; mantener las misiones de ciencia de la agencia; mantener la Estación Espacial Internacional (EEI) en servicio a pesar de la reciente rabieta de Musk; impulsar el uso comercial de la órbita baja terrestre… Lo que le echen, vaya.

Aunque cualquiera que siga la actividad de la NASA con un mínimo de interés sabe que hace mucho que no tiene presupuesto suficiente para todo lo que le encomiendan. Además de que muchos de sus programas van pasados de presupuesto y plazo.

Así que habrá que ver cómo se las apaña Isaacman para cumplir con todo eso a lo que ha dicho que sí.

En especial teniendo en cuenta que esta comparecencia tuvo lugar el miércoles y que el viernes la Casa Blanca publicó su propuesta de presupuesto para la NASA que ya no es que no lo mantenga, es que le da un recorte considerable. Lo reduce, en términos generales, en un 20 %. Pero los programas de ciencia se llevan un recorte del 50 %, lo que incluye cancelar el Telescopio Espacial Nancy Grace Roman, que ya está casi listo para su lanzamiento, y la misión de retorno de muestras de Marte o la misión Davinci+ a Venus.

Esta propuesta, de todos modos, puede ser rebatida por la NASA y el Congreso con toda seguridad, conseguirá salvar algunas cosas y reducir los recortes en otras. Pero no pinta nada bien. Y deja en una situación muy comprometida las declaraciones de Isaacman en las que se califica como un defensor de la ciencia.

Y además de todo esto, que ya no es poco, me preocupa mucho el grado de amistad que hay entre Jared Isaacman y Elon Musk. De hecho Isaacman, a pesar de las reiteradas preguntas que le hizo el senador Ed Markey al respecto, no llegó a aclarar Musk estaba presente cuando Trump le ofreció el trabajo en Mar-a-Lago, diciendo repetidamente que estaba allí siendo entrevistado por el Presidente, pero no si Musk estaba presente.

Me preocupa mucho en el sentido de que no sé hasta qué punto va a ser capaz de oponerse a las órdenes –o llamémosle sugerencias– que pueden llegar de Musk; ya no digamos de las de Trump.

Así que no, no creo que Isaacman sea la persona adecuada para el puesto. Aunque me encantaría equivocarme, que conste.

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