Por @Wicho — 10 de noviembre de 2014

Kit del donante

Llevaba algún tiempo dándole vueltas a hacerme donante de médula ósea, pero tenía la idea aparcada porque entendía que tenía que desplazarme, en mi caso, a Santiago de Compostela para que me hicieran la toma de muestras pertinente, y estaba esperando a que me coincidiera ir por allí para poner el proceso en marcha.

Pero este verano descubrí que si vives en Asturias, Galicia, Baleares o Valencia en realidad no es así, sino que, siempre que tengas entre 18 y 55 años y buen estado de salud, te puedes hacer donante de médula sin salir de casa.

Bueno, casi, pues tendrás que ir a echar un sobre en un buzón, pero más fácil no te lo pueden poner.

Estos son los pasos a seguir si vives en Asturias, Galicia, Baleares o Valencia:

  1. Infórmate acerca de lo que supone ser donante de médula. Para ello tienes este vídeo o la Guía del donante de médula ósea en PDF (1,26 MB).
  2. Si tras informarte decides que quieres seguir adelante con el proceso, llama al Registro de Donantes de Médula Ósea (REDMO) al 900 102 688. Te preguntarán si estás informado, si realmente estás decidido a hacerte donante, y te tomarán tus datos, como nombre, DNI, dirección, etc.
  3. Al cabo de unos días recibirás en casa el kit del donante, que incluye el documento de consentimiento informado, el formulario de registro, y un bastoncillo de toma de muestras como los que usan en CSI. Cuando lo tengas sólo tienes que rellenar el formulario en cuestión, tomar una muestra del interior de tus carrillos con el bastoncillo, meterlo todo en el sobre prefranqueado, y dejarlo en un buzón.

Y ya está.

Si todo va bien en unas semanas recibirás una carta diciendo que tus datos ya están incorporados en el Registro de Donantes de Médula Ósea.

En el resto de las comunidades autónomas es un poquito más complicado porque hay que pedir cita en el centro de referencia más cercano a tu domicilio y tendrás que desplazarte hasta allí.

Pero piensa que en España somos poco más de 130.000 donantes de médula, lo que representa una tasa de donantes relativamente pequeña, aunque independientemente de estas tasas de donantes cada uno que nos apuntemos es una pequeña posibilidad más de que alguien en algún lugar del mundo pueda salvar su vida, ya que los distintos registros nacionales comparten sus datos.

Así que a partir de que tus datos sean incorporados en el REDMO solo te queda esperar que alguna vez te llamen; quizás tu médula acabe sirviendo para alguien que la necesite en el otro lado del mundo.

O quizás nunca te llamen, pero aún así el esfuerzo para hacerse donante es mínimo y a cambio algún día podrías ayudar a salvar una vida.

Y saber eso es una gran satisfacción personal a cambio de bien poco, creo yo.

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