Por @Alvy — 4 de noviembre de 2002

Resulta que hace años, como los sistemas de almacenamiento eran escasos y caros, comprimíamos las cosas al guardarlas para archivar, sencillamente para ahorrar en disquetes o cartuchos. Lo cual no sería un problema si no fuera porque la mayor parte de esos programas para comprimir y descomprimir ya no existen, tampoco los fabricantes, y los que existen se quedan colgados al ejecutarlos en las nuevas versiones del Sistema. De modo que ahora tengo que encontrar alguna forma sencilla de descomprimir formatos extraños como el .dd de los Mac (DiskDoubler) y otras rarezas para poder recuperar algunos de los ficheros que hay por ahí.

Y por si eso pareciera fácil, resulta que ciertos documentos los guardé cifrados con contraseña, de modo que ahora hay que hacer un ejercicio místico para acordarse de las contraseñas de la época, o usar la fuerza bruta y descifrar los archivos cifrados con alguno de los programas que se hayan inventado desde entonces. Ah!

Actualización: He puesto algunos enlaces a los post anteriores, con fotos y cosas así.

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