1408. Mikael Håfström. Dimension Films/MGM, 2007. Basada en la historia corta 1408 de Stephen King.
John Cusack en 1408
Mike Enslin es un escritor que después de haber escrito lo que parece ser una buena novela cambió de estilo radicalmente y ahora se dedica a escribir libros sobre casas y sitios encantados, de los que no se cree nada.
Un día recibe en su apartado de correos una postal que le menciona la habitación 1408 del hotel Dolphin de Nueva York, y tras investigar su historia e intrigado por las sucesivas negativas que recibe a la hora de intentar reservarla para una noche, se presenta finalmente en el hotel y tras mucho insistir consigue que le den la llave para pasar allí una noche, aunque el director del hotel le advierte de que nadie ha aguantado allí más de una hora.
A partir de ahí la película se convierte en una predecible serie de escenas en las que Enslin debe enfrentarse a distintos desafíos que le «propone» la habitación con los correspondientes «sustos» mediante aumentos repentinos del volumen, personajes que aparecen por sorpresa, y una puñalada trapera a las emociones con una triste historia que involucra a una niña, y en general toda la serie de lugares comunes propia del género, incluyendo una historia que al final se envuelve sobre sí misma y no se sabe ni si sí o si no.
Por cierto, que la película tenía originalmente un final alternativo al estrenado.
Se salva, quizás, la interpretación de John Cusack y los efectos especiales que no están nada mal, pero como decía yoloflipo en Twitter, «Mira que hay películas malas, pero John Cusack podría elegir un poquito mejor…»