Siempre quise visitar la Antártida, pero no es cosa fácil. Por suerte películas como la de Kalle Ljung nos acercan un poco el misterioso continente cada vez con más calidad y capacidad de inmersión, aunque sea tras una pantalla plana de alta resolución.
Antártida se rodó en un viaje de 20 días durante este invierno; allí era la época veraniega y prácticamente «día perpetuo», pese a lo cual las temperaturas son heladoras y los icebergs campan a sus anchas por las tranquilas aguas.
Durante los 16 días de filmación se realizaron tomas con la GoPro Hero3+ y la Phantom 2 de DJI. La edición final está realizada con Final Cut Pro X. Algunas de las tomas aéreas son tan espectaculares como solo pueden ser tomadas desde un dron; en aquellas a baja altura un helicóptero probablemente produciría demasiadas vibraciones, oleaje y sombras que no resultarían tan efectistas.
La música es una preciosa composición de Music Bed. Toda una oda a la naturaleza.