Battlestar Galáctica, temporada 4,5 (2009). Ronald D. Moore y David Eick.
Me metí una sobredosis en un par de días con los más de quince episodios que me quedaban por ver de Battlestar Galactica, para terminar de disfrutar de la que algunos consideran la mejor serie de ciencia ficción de todos los tiempos. Mereció la pena.
La temporada 4 quedó artificialmente cortada por la mitad por la huelga de guionistas del año pasado, aunque la historia se dejaba parada en un punto altamente interesante, de modo que lo que sería la quinta es en realidad otra media temporada de diez episodios. Hay quien llama a esto la «temporada 4,5» para aclararlo. Conviene repasar la lista de episodios para no perderse al verla: tras el final de la tercera temporada viene Razor que es una especie de episodio doble / película (muy bueno); entonces empiezan los diez episodios de la temporada 4, luego conviene ver los diez webisodios de 3 minutos cada uno, llamados The Face of the Enemy y finalmente completarlo todo con los últimos diez episodios de la temporada 4-5, que son los que se emitieron hace unas semanas. También se puede ver el simpático The Last Frakking Special que homenajea a los actores y resto del equipo, bien antes del último episodio (o después).
En plan resumen diría que la primera parte de la cuarta temporada es interesante e introduce unas cuantas cuestiones inquietantes; por otro lado si decían que la tercera temporada era oscura, la quinta (o segunda y última parte de la cuarta) sólo podría calificarse como «más oscura todavía». Algunos de los últimos episodios son especialmente impactantes, épicos, sencillamente inigualables. No me gustó un poco el exceso de «rollo místico» que rezuma a veces -como tantas otras series, la verdad- pero se le perdona por la calidad del resto.
Cerrar adecuamente una serie no siempre es fácil, especialmente en casos como este en el que había tantos arcos argumentales abiertos que resultaba fácil incluso perderse: la búsqueda de la Tierra, los personajes que desaparecen y reaparecen, las cuestiones procedentes de los sueños y visiones que reciben los protagonistas, los misterios sobre quiénes son los últimos cylons... Pero eso no es nada comparado con las implicaciones más allá de lo obvio que se dejan caer en los últimos episodios y que sólo pueden disfrutarse viéndolos. Al igual que en otras series y películas, seguramente darán pie a interminables disquisiciones pseudofilosóficas durante los próximos años. Un sitio muy completo donde puede leerse sobre todo ello es el Battlestar Wiki mantenido por aficionados.
Para los que se queden con ganas de más dicen que habrá una película-para-televisión llamada The Plan que ya se ha rodado, y el otro día se filtró el piloto de Caprica, una serie-precuela situada 50 años antes de la invasión de los cylons que se emitirá en la próxima temporada.