Calle Cloverfield 10 (Dan Trachtenberg, 2016) tiene el gran atractivo de unir a quienes interpretaron a Walter Sobchak y Ramona Flowers (John Goodman y Mary Elizabeth Winstead) en un búnker cuando algo terrorífico, apocalíptico y misterioso sucede en el exterior.
Poco más se puede desvelar de esta combinación de terror psicológico + ciencia-ficción + suspense. Tan solo que la historia y el resultado están muy bien (aunque tenga sus detalles que no gustarán a algunos) y que no es un Saw gore ni nada tiene que ver con el Cloverfield original – excepto que ese nombre parece la nueva «marca» de J.J.Abrams para «películas dignas de no-gran-presupuesto con buenas historias para hacer algo de taquilla». Así que si te gustaron esos actores o te gustan los búnkeres ya sabes.
El siniestro atractivo de los búnkeres
Hay búnkeres de todas las épocas, especialmente de las grandes guerras mundiales, pero los más atractivos y con mayor encanto son sin duda los de la segunda guerra mundial. Sitios como Burlington donde hasta 4000 personas podrían vivir durante varios meses en caso de ataque enemigo.
Los búnkeres y refugios –y el de Cloverfield 10 es estupendo– tienen ese extraño atractivo del recogimiento, la autonomía/autosuficiencia y el aislamiento del resto del mundo. En ellos bien se podría aguantar uno o varios años; ver un montón de películas y jugar interminables partidas de Monopoly.
Los mejores búnkeres son sin duda los construidos a raíz de la guerra fría con la amenaza atómica sobre nuestras cabezas. De ahí datan incontables «refugios familiares» para protegerse de ataques nucleares, guerras bacteriológicas y dios sabe qué. Mucha gente los construye en zonas de alto riesgo simplemente para protegerse de fenómenos tales como los huracanes – he ahí un uso realmente práctico.
Los hemos visto en incontables películas y series con grandes argumentos de ficción: desde The Twilight Zone (The Shelter, 1968) a películas como la inquietante Take Shelter (2008) o la estupenda After the Dark (2013). La lista sería extensa.
El búnker/refugio es también la construcción cumbre de los preppers («survivalistas») a quienes mucha gente descubrió gracias a la serie Doomsday Preppers de National Channel: «Prepárate… Permanece vivo… ¡Habrá caos!» Y es que el hecho de que el propio título anuncie el Día del juicio final ya dice mucho. Esta panda de zumbaos dedica gran parte de su vida y su dinero a prepararse para el Apocalipsis: da igual si nuclear, climático, económico o zombie. Ellos sobrevivirán con latas de judías, agua embotellada y bolsas de patatas fritas escondidos a tres metros bajo tierra pase lo que pase.
- La ciudad subterránea de Burlington, búnker de la Guerra Fría
- La montaña secreta en cuyo interior se guardan muchas de las películas y documentales del mundo
- ¿Secretos nucleares muy mal guardados?