Cars. John Lasseter y Joe Ranft. Disney • Pixar, 2006. Web de la película [necesita Flash].
Rayo McQueen está a punto de hacer historia en la Copa Pistón y convertirse en el primer novato que la gana, pero en la última carrera de la temporada se produce un triple empate entre Rayo, El Rey y Chick Hicks, con lo que habrá que celebrar una carrera de desempate en California.
De camino a ella Rayo se pierde y termina en Radiator Springs, un pueblo situado en la conocida Ruta 66 que antes era muy próspero pero que con la construcción de las autoestopistas interestatales fue cayendo en el olvido y terminó por no aparecer ni en los mapas.
Allí es multado por exceso de velocidad y lo condenan a asfaltar de nuevo la calle principal, y aunque intenta escapar finalmente se ve espoleado a aceptar su castigo y a demostrar que es capaz de hacerlo perfectamente, y mientras lo hace la convivencia con los habitantes del pueblo le hace entender que su vida en realidad dejaba mucho que desear, que no todo se reduce a ser el mejor y ganar carreras, y lo que representan realmente la amistad y la fidelidad, demostrando al final lo mucho que ha cambiado en la carrera de desempate.
Sí, el argumento es bastante previsible, y de hecho se parece bastante al de Toy Story, pero una vez más Pixar de sale de mapa con la calidad de su animación, con un guión consistente y lleno de guiños, y con unos personajes entrañables y divertidos.
Por citar unos pocos de los guiños del guión, y seguro que me olvido de un montón y se me han escapado otros tantos, hay un pequeño homenaje a Apple y el famoso anuncio 1984, a la guerra de los mundos, y a personajes conocidos como Jay Leno… hay que ver la película varias veces para pillarlos todos.
Las bromas para adultos también abundan en el guión, con detalles como la pareja de coches que se ha perdido en la que él se niega a preguntar la dirección de ningún modo y que vuelve a aparecer aún perdida a mitad de los títulos de crédito (hay que verlos enteros, por cierto), o con el campamento para 4×4 que monta Sarge, en la que un todo terreno de la ciudad de queja llorosamente de que nunca ha salido de la carretera. La expresión de Rayo cada vez que le enganchan el gancho de la grúa por detrás es de coña.
En cuanto a los personajes, a pesar de ser coches, están perfectamente retratados y les coges cariño en seguida. Fillmore, que es el hippy del pueblo, es la típica furgoneta Volkswagen que se identifica con este movimiento y su matrícula es al mismo tiempo su perilla; Sally, la ex-abogado agresiva de Los Angeles es un Porsche; las moscas son Escarabajos de Volkswagen; la pareja que forman los italianos Guido y Luigi con su tienda de «neumaitici» es buenísima.
En fin, una película muy divertida, de esas que hay que ver muchas veces, y que te hace pensar en cómo es posible que Pixar lo borde una vez tras otra. El único pero que le pondría es que el final se me hizo un poco precipitado, aunque la película no se me hizo larga a pesar de durar un poquito más de dos horas.
Además, en la primera carrera de la película participan 42 coches, con lo que la cosa no puede empezar mejor ;-)