Por @Alvy — 23 de enero de 2022

Con motivo de las celebraciones de Año Nuevo chino y aprovechando para hacer publicidad de forma un poco diferente, Apple encargó el rodaje de El regreso, un cortometraje del director chino Zhang Meng que transcurre a lo largo de algo más de 20 minutos y cuya principal característica es que está rodado íntegramente con un iPhone 13 Pro* y en el que no se han usado efectos especiales, sólo «efectos prácticos».

(En esta anotación el primer vídeo es el cortometraje completo y luego está el cómo se hizo; el orden de visionado depende de cómo prefieras verlo. A mí me gusta más ver primero la película completa para intentar averiguar cómo está hecha, y luego ver lo que había detrás de las cámaras.)

Lo más interesante es que El regreso es muy completo y está cuidado en todos sus aspectos cinematográficos. La historia y el ritmo son muy buenos, así como los actores, el guión está bien desarrollado, el entorno y los decorados son espectaculares… Además de eso, vestuario, utilería, maquillaje y sonido están perfectamente pulidos… Como en Hollywood, vamos. Y además de todo esto está el plus de ser una historia entrañable y de tratar el recurrente tema del «cine dentro del cine», que siempre puntúa alto. Como además la historia trata sobre el rodaje de una película de aventuras acerca de un viaje a Marte, con naves espaciales, robots y monstruos, poco más se puede pedir.

El cortometraje lógicamente incide en las características del iPhone 13 que Apple publicita siempre que puede como más aptas para introducirse en el mundo del vídeo y el cine: el «modo cinematográfico» que cambia el enfoque automáticamente y es muy efectista, la estabilización, la calidad de las imágenes con poca luz, la posibilidad de grabar a cámara lenta, con macro, el teleobjetivo, el gran angular, incluso las escenas de fuegos artificiales… el pack completo, vamos. Ni que decir tiene que todo está muy bien integrado en el desarrollo de la propia historia y que «apenas se nota» a menos que seas un friki de Apple de los que se ven las keynotes cada vez que lanzan un nuevo terminal y se sabe de memoria los megapixeles y demás especificaciones.

En el Making of se pueden ver algunos de los trucos de los efectos prácticos que se utilizaron «en tiempo real» en el rodaje, desde la pirotecnia a los efectos mecánicos y los objetos y personas «movidas por cables», las falsas perspectivas, los zooms extremos para recrear escenas casi imposibles, el vuelo con drones… Todo ello, eso sí, con las tres cámaras/lentes del iPhone 13 Pro tal cual se vende.

Sería genial saber cuál era el presupuesto del rodaje, cuánto tiempo emplearon y cómo fue la post-producción, porque nada es improvisado: cada escena está extremadamente cuidada y me imagino que en decorados, atrezzo, vestuario, maquillaje y otros detalles se debieron dejar también dineral.

El resultado de toda esta combinación de talento es un muy buen cortometraje-barra-promoción, a años luz de la calidad que ya conocíamos de algunas de las primeras producciones de este tipo «hágalo usted mismo con un iPhone» como Tangerine (2015), de Sean Baker, con un iPhone 5s o Unsane (2019) de Steven Soderbergh grabado con un iPhone 7 Plus. Y lo que nos queda por ver.

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* … y un montón de hardware y software adicional, especialmente cardanes de estabilización, drones, grúas, trípodes, etcétera, como es lógico y se deja entrever en el Making of.

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