Por @Alvy — 6 de febrero de 2006

The X-Files, Expediente X

Serie geek Top #4: Expediente X (The X-Files, 1993). Creada por Chris Carter. Protagonizada por David Duchovny (Fox Mulder), Gillian Anderson (Dana Scully), Mitch Pileggi (Walter Skinner).

Dos agentes del FBI investigan casos actuales que implican de algún modo fenómenos paranormales. Fox Mulder es un creyente «investigador» de prácticamente todos los fenómenos inexplicables de los que se ha tenido noticia y lleva años trabajando en esos casos, conocidos secretamente como Los Expedientes X.

La oficina de investigación le asigna a la doctora Dana Scully para que intente darle un toque científico a todos esos misterios sin resolver. Los casos se resuelven, pero cada cual uno de ellos suele seguir con su firma opinión sobre lo sucedido.

Con el paso de los años, y tras vivir decenas de situaciones totalmente anormales, de ser abducidos por extraterrestres, engañados en conspiraciones de todo tipo y de enfrentarse a las más extrañas criaturas y poderes de la naturaleza, Scully comienza a creer en esos fenómenos mientras Mulder se muestra desencantado. Mientras tanto, con el paso del tiempo se teje una compleja conspiración que involucra tanto a oscuros poderes gubernamentales internacionales como a los propios extraterrestres.

Expediente X se desarrolló a lo largo de nueve años tras un arranque totalmente espectacular que combinaba las tradicionales series de policías y agendes del FBI con lo inexplicado. Fox Mulder, el protagonista con el que todos nos hemos identificado alguna vez, es un friki con todas sus letras, un personaje sin vida propia ni capacidad de socializar más allá de sus obsesivas aficiones, que ha tenido a suerte convertir en profesión. Scully da un excelente contrapunto y la evolución de ambos personajes a lo largo de las nueve temporadas que duró en antena fue realmente interesante.

Hacia la mitad de la serie, cuando los temas empezaban a agotarse, se potenciaban las historias personales de los protagonistas y el resto de personajes habituales, como El Fumador, Skinner o Los Tiradores Solitarios, que llegaron a tener sus propios episodios e incluso su propia serie como spin-off.

Otra evolución importante fue la enrevesada trama conspiratoria entre ovnis, extraterrestres, poderes ocultos que dominan el mundo y agencias gubernamentales… Tan liosa, tan liosa, que los hilos terminaron hacerse realmente difíciles de seguir. Muchos de esos arcos argumentales se mezclaron, incluyendo la abducción de Scully, la desaparición de la hermana de Mulder, la utilizacón de los expedientes X contra los propios protagonistas, el engaño sobre el engaño… de modo que en algunos episodios el espectador casi debía repasar dos o tres temporadas anteriores para captar por dónde iba la historia.

Grandes episodios auto-parodiaban todo tipo de teorías conspiratorias muy populares, e incluso la ofuscación de cada personaje con sus propias creencias. En 1998, Expediente X saltó a la gran pantalla como The X Files, donde los mismos protagonistas abundaron en las historias más conocidas de la serie con algunos momentos espectaculares que sólo pueden verse en la gran pantalla.

Factor geek: Scully es la representación de la Ciencia en la serie, la utilización de la inteligencia y el método científico para explicar lo inexplicable. Tiene un toque geek pero en cierto modo sólo como contrapunto del friki de Mulder, que tampoco resulta especialmente geek de por sí excepto por su caracter asocial, introvertido y de perdedor. Scully sería la novia que todo geek querría tener, y de hecho es fetiche entre ingenieros y programadores, especialmente en Internet.

La serie no es especialmente prolija en exhibir gadgets o recurrir a la tecnología, más bien lo contrario – aunque los efectos especiales abundan. Muchos de los personajes recurrentes de la serie también son auténticos geeks, especialmente los tres Tiradores Solitarios, un grupo de hackers capaces de infiltrarse en cualquier ordenador y conseguir cualquier tipo de información de las fuentes más secretas. El nombre de este grupo es un juego de palabras con el tirador solitario, apodo de Lee Harvey Oswald, el asesino de J.F.K (a quien obviamente mucha gente no considera que actuara «en solitario»). Un homenaje a la verdadera conspiración de conspiraciones.

Frase genial, el famoso poster del despacho de Mulder:

Quiero creer.

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