Por @Alvy — 21 de agosto de 2006

Solo ante el subtítulo. Experiencias de un subtitulador. es un antiguo pero interesante artículo sobre los problemas añadidos que suponen los subtítulos a los doblajes, contados en primera persona y con ejemplos. Como dice Xosé:

Nunca falta en los congresos sobre traducción de películas la trillada polémica sobre qué es mejor y qué es peor, si el doblaje o la subtitulación.

El problema principal no es tanto la «falta de espacio físico» para los subtítulos como las diferentes velocidades que tenemos al hablar y al leer. Ambos factores hacen que algunas veces tengan que desaparecer tres de cada cuatro palabras del original, aunque un buen subtitulado mantiene el mensaje intacto.

Actualmente, se estima que la velocidad de lectura es de unas tres palabras por segundo. Un subtítulo completo con dos renglones alberga unas doce palabras y, por tanto, se requieren cuatro segundos para que el espectador lo lea. La velocidad a la que hablamos es ligeramente mayor: entre 3,5 y 4 palabras por segundo.

En el artículo hay unos cuantos ejemplos de cómo diálogos originales en inglés son tradudcidos y sintetizados una, dos y hasta tres veces, para intentar mantener la idea original.

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